La decisión del gobierno de Haití de suspender por dos meses las actividades en el país de la rama británica de Oxfam Internacional, después de las revelaciones de abusos sexuales cometidos por sus empleados, revela la voluntad de las autoridades de controlar la ayuda humanitaria de ahora en adelante.
“Haití no es más esa república de ONG”, declaró Aviol Fleurant, ministro haitiano de Planificación y de Cooperación externa. “La dignidad del pueblo haitiano no tiene precio”, añadió ayer en un encuentro con Simon Ticehurst, director regional de Oxfam Internacional en América Latina y el Caribe.
“Oxfam continuará trabajando en importantes proyectos de reconstrucción y desarrollo en Haití, ayudando a las personas a través de otros afiliados (Italia, España, Quebec), pero anticipamos que la suspensión temporal de Oxfam GB tendrá un impacto significativo”, dijo una portavoz de la organización, asegurando que los funcionarios de Oxfam Internacional “se comprometieron a cooperar” con las autoridades haitianas.
La ONG publicó el lunes el informe de su investigación interna realizada en 2011 sobre su misión humanitaria en Haití.
Un oficial admitió haber pagado prostitutas, mientras que otros fueron acusados de acoso e intimidación. Un testigo dijo que fue amenazado físicamente.
Una joven haitiana aseguró al diario británico The Times que tenía una relación con el exdirector de Oxfam en Haití Roland Van Hauwermeiren, cuando ella tenía 16 años y él 61.
Siete empleados de Oxfam en Haití abandonaron la ONG como parte de la investigación interna: cuatro fueron despedidos por “falta grave” y otros tres renunciaron, incluido Roland Van Hauwermeiren.
Ticehurst presentó el lunes la disculpa de la ONG a los haitianos, ofreciéndoles este informe de investigación.
– Falta institucional –
Los informes internos habían sido enviados a Londres en el momento en el que ocurrieron los hechos, pero los servicios jurídicos haitianos descubrieron el escándalo gracias a las revelaciones de la prensa diez días atrás.
Esta ausencia de comunicación con las autoridades haitianas provocó que el gobierno suspendiese el jueves las actividades de la ONG durante dos meses, tiempo en el que se llevará a cabo una investigación en el plano nacional.
Oxfam GB “no asumió la responsabilidad moral y ética de informar a las autoridades”, dijo Fleurant, que deploró una “falta institucional” que “permitió que posibles depredadores sexuales abandonaran el país, que se libraran del yugo de la justicia, por lo que Oxfam Gran Bretaña ha cometido la falta de obstaculizar el derecho de las víctimas a la reparación civil”.
La decisión del jueves apunta a un mayor control de la organizaciones humanitarias, apreciadas por varios organismos locales de defensa de los derechos humanos.
“Es una buena decisión y también un buen mensaje para otras ONG que trabajan en Haití”, analizó abogado haitiano Mario Joseph.
Aunque saludó la decisión del las autoridades, es escéptico sobre los efectos de la medida aprobada por el Ministerio de Planificación: “la montaña puede parir un ratón” ante la carencia de capacidades para realizar la pesquisa y para llevar a los responsables ante los tribunales.
– Extradición –
Preguntado por la eventual dificultad de llevar a Hauwermeiren ante la justicia hatiana, Fleurant ratificó su firmeza ante este escándalo: “Puede haber extradición: podemos pedir que lo lleven a Haití”.
Las revelaciones de posibles agresiones sexuales son una ocasión para el gobierno de demostrar su voluntad de acción y mostrar su unidad.
“Si durante los dos meses de la investigación encuentro un vínculo entre los crímenes cometidos y el dinero que Oxfam recibió como ayuda en nombre de los haitianos, entonces pediría al ministro de Relaciones Exteriores que declarara a Oxfam Gran Bretaña, en nombre del gobierno, persona non grata”, por lo que “tendrán que abandonar el país sin demora”, concluyó Fleurant.