La seguridad en las redes sociales es a veces delicada, lo hemos dicho en más de una ocasión. De ello pueden dar fe los responsables de comunicación de Burger King, cuya cuenta de Twitter en EE.UU. ha sido hackeada de la manera más dolorosa en un día festivo: los responsables de la fechoría han cambiado el nombre por el de McDonald’s y han colocado su logo como imagen identificativa. El escándalo ha alcanzado tales cotas que, solo una hora y media después, la cuenta tuvo que ser suspendida y Burger King ha tenido que pedir disculpas una vez las aguas volvieron a su cauce
El hackeo comenzó a las 18:00 horas de este lunes, con un tuit en el que los responsables aseguraban que Burger King acababa de ser vendida a la competencia.
A partir de ahí, la cuenta no ha dejado de actualizarse con estados polémicos que incluyen fotos de contenido escandaloso, como se puede comprobar.
“Hemos pillado a uno de nuestros trabajadores en el baño haciendo esto”, publicaban, acompañando una foto de un joven pinchándose con una jeringuilla.
“Esta es la razón por la que hemos sido vendidos a McDonald’s”, decían en otro estado, que incluía a su vez una imagen de una hamburguesa en mal estado.
Una vez resuelto el desaguisado, un día después, Burger King recuperaba el control de la cuenta y emitía un comunicado para pedir disculpas: “Nuestra cuenta oficial deTwitter fue comprometida por usuarios no autorizados. Nuestros equipos comenzaron inmediatamente a trabajar junto a los administradores de seguridad de Twitter para suspender la cuenta hasta que pudiéramos restablecer la página oficial. Pedimos disculpas a nuestros seguidores, quienes pudieron haber recibido tweets no autorizados desde nuestra cuenta“.