Los guatemaltecos votaron el domingo para elegir a su próximo presidente, que entre los retos hacia adelante están una creciente migración por la pobreza y la violencia y la inconformidad de varios sectores ante problemas de corrupción no resueltos
El conteo de los votos inició poco después de las 6 de la tarde local (0000 GMT), tras el cierre de las urnas en el nación centroamericana, que vivió un proceso electoral marcado por la desilusión y la desconfianza.
El nuevo presidente saldrá de entre 19 y estará en el cargo por cuatro años a partir de enero del 2020. Si el ganador no obtiene al menos el 50% más uno de los votos válidos, los dos primeros lugares se irían a una segunda vuelta el 11 de agosto, donde triunfaría el que obtenga la mayor cantidad de sufragios.
La autoridad electoral tiene previsto dar a conocer los primeros resultados en las próximas horas.
Más de 8,1 millones de ciudadanos fueron convocados a las urnas, en una jornada en la que también se votó por el vicepresidente y más de 4.000 funcionarios, entre ellos alcaldes y diputados al Congreso y al Parlamento Centroamericano.
“Llamo a la paz y a la armonía”, dijo después de votar el presidente saliente Jimmy Morales, quien antes se desempeñaba como cómico y era neófito de la política.
Al ser cuestionado por los periodistas sobre su salida del gobierno, los niveles de corrupción en su administración y su decisión de no renovar el mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, explicó: “Puedo ver a los ojos a los guatemaltecos y decirles que sigo siendo el hombre trabajador y honrado que conocieron en la televisión”.
La CICIG es un organismo de la ONU que en 11 años desarticuló más de 60 estructuras del crimen organizado y corrupción, en un trabajo conjunto con el Ministerio Público.
Morales pidió a los candidatos que ganen a que continúen los programas educativos, de refacción escolar y carreteras.
“La invitación a que continúen con lo bueno y se apliquen a solucionar los retos que tenemos enfrente”, exhortó.
Fernando Barrillas, un ciudadano guatemalteco de 44 años, consideró que en Guatemala “es necesario y urgente un cambio. Guatemala no soporta más”.
Barrillas votó en el municipio de Santa Lucía Milpas Altas, en Sacatepéquez, y aseguró que los indicadores de país dicen que va en retroceso.
“Me preocupa la migración, la pobreza, la corrupción, la cooptación del Estado, y en la medida que no se atiendan las causas estructurales que originan la migración, que son la pobreza y la desigualdad, vamos a seguir quedándonos sin sus mejores hombres y mujeres, jóvenes que son el motor del país”, dijo.
El diario Prensa Libre reportó que la primera persona en votar fue Julia Sánchez, una mujer originaria de Quetzaltenango que sufragó en Silver Spring, en el estado norteamericano de Maryland. Sánchez inauguró el voto en el extranjero para Guatemala, la primera vez que se lleva a cabo.
Unos 60.000 guatemaltecos estaban aptos para votar en las ciudades estadunidenses de Los Ángeles, Nueva York y Houston, donde se concentra la mayor cantidad de migrantes fuera del país.
Sandra Torres, la favorita en las encuestas, emitió su voto poco después de las 9 de la mañana, al igual que Alejandro Giammattei, el segundo en las preferencias del público. Ambos exhortaron a los ciudadanos a emitir su sufragio.
Cuatro de los 22 departamentos del país han sido catalogados como conflictivos, por lo que las autoridades del Tribunal Supremo Electoral han dicho que pondrán especial atención en el desarrollo de los comicios en esos lugares. Durante la noche del sábado ya se habían reportado varios incidentes, los cuales se informó fueron resueltos por las autoridades.
Marco René Cuéllar, de 39 años, fue el primero en votar en la mesa número 1959, de la Escuela Rural Mixta de la aldea El Pajón, en el municipio de Santa Catarina Pinula. A las 7:10 ya había sufragado.
“Necesitamos un cambio; hay la percepción que en lugar de avanzar en estos cuatro años de gobierno retrocedimos”, afirmó, y consideró que fue poca la oferta electoral de los políticos. “Hemos perdido el rumbo como país, pero no hay que perder la fe en el proceso republicano que tenemos”.