Puerto Plata.- Un ambiente de crispación y una gran controversia se ha generado en esta provincia en torno a la situación del Teleférico.
Con llamados a protestas y rechazo a una eventual privatización, la discusión está dominada por posiciones encontradas a 13 meses del cese de las operaciones del Teleférico.
Para el miércoles 23, la Federación de Trabajadores y Vendedores de Artesanías y Afines de la Región Norte, FEDANORTE, ha convocado una marcha desde la Plaza Independencia hasta la Gobernación Provincial, para oponerse a la privatización de las instalaciones del Teleférico y del Anfiteatro y Parque de la Puntilla.
La conversación en las redes sociales está dominada por los planteamientos críticos a la eventual privatización del Teleférico, donde algunas personas alegan saber a qué empresa se daría en concesión esas instalaciones, indicando que han visto un supuesto documento con los detalles, lo que algunos tildan de especulativo.
La información en torno a la existencia del decreto 162-25 que dispone la creación de un fideicomiso para la administración del teleférico por 40 años, no ha hecho más que subir los decibeles de la confrontación sobre el tema, fortaleciendo la visión de quienes entienden que se trata de una forma suave de privatización.
Gobierno niega privatización
En diferentes momentos tanto el ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza, el ministro de Turismo, David Collado, como la senadora, Ginette Bournigal de Jiménez, han negado que las instalaciones vayan a ser privatizadas.
La senadora Bournigal, hizo un llamado, hace unos días , desde el hemiciclo al ministro de Turismo, David Collado, a “aterrizar”, en Puerto Plata, para ofrecer información sobre los pasos que se están dando.
En una participación el miércoles en la emisora la Z, la senadora reiteró que ha faltado información, indicando que el decreto dispone la creación de un fideicomiso, pero que es un fideicomiso público, entre el Banreservas y Turismo, reiterando que no hay ninguna privatización.
El 11 de julio del pasado año el ministro de Turismo David Collado, al acudir a dejar iniciados trabajos de remozamiento del centro de Puerto Plata, había declarado en la Plaza Independencia que el Teleférico nunca sería privatizado, en una gestión del presidente Luis Abinader.
En esa ocasión, Collado anunció que se construiría un nuevo Teleférico con una inversión de 20 millones de dólares de los ahorros que ha hecho en esa cartera, indicando que las empresas navieras y touroperadoras están en disposición de aportar 5 millones de dólares en la compra anticipada de boletas para aportar al financiamiento del proyecto.
En ese momento, Collado adelantó que la obra se realizaría con un fideicomiso público y que el cierre del mismo se debió a que la empresa consultora que se contrató, dijo que habia que hacerlo para evitar un accidente en sus operaciones.
Los ánimos de los sectores puertoplateños se caldearon aún más el lunes, al observar que las cabinas estaban funcionando, luego de lo cual la administración del Teleférico emitió un comunicado explicando que se realizaban pruebas para evaluar el estado actual del sistema.
“esta movilización corresponde a una prueba técnica necesaria para evaluar el estado actual del sistema, tras más de un año de inactividad. Durante el procedimiento, las cabinas (funiculares) estuvieron completamente vacías, cumpliendo con los protocolos establecidos y sin poner en riesgo la seguridad de personas o instalaciones”. Decía el comunicado.
Para una parte importante de la población esto no fue, sino una prueba más de que el mismo está en condiciones de seguir operando.
La Asociación de Vendedores del Teleférico ha dicho en reiteradas ocasiones que técnicos ligados al tema les han confiado que no era necesario parar las operaciones de los funiculares y que supuestamente estos podían seguir operando hasta que se definiera e iniciara, la construcción de las nuevas unidades.
Inaugurado en 1975 en el gobierno de Joaquín Balaguer, el Teleférico ya resulta un tanto desactualizado, con una capacidad de movilización de pasajeros por debajo de su demanda, en temporada alta y con limitaciones para operar en condiciones de viento más fuertes, como las que predominan en la noche.
Por lo que, hace años que se viene ponderando la necesidad de una inversión mayor en sus instalaciones, que incluiría además de modernizar el sistema de los funiculares, construir nuevos atractivos en la cima, contemplar la operación nocturna y otras iniciativas.