SAN DIEGO. El gobierno de Estados Unidos comenzó este miércoles los trabajos para erigir una porción de muro en la frontera de California con México, en reemplazo de una barrera construida en la década de 1990.
Se trata del primer contrato de construcción de muro fronterizo adjudicado durante el gobierno del presidente Donald Trump, con base en los ocho prototipos que se construyeron el año pasado en San Diego.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus iniciales en inglés) estará reemplazando un poco más de 3,2 kilómetros (2 millas) de barrera en la ciudad de Calexico, California, fronteriza con Mexicali, México.
Será el primer fragmento del plan del presidente Trump de construir un “muro grande y hermoso” con México. Contará con barreras tipo bolardos, de 9,1 metros (30 pies) de altura y que son significativamente más altas que las barreras existentes.
El gobierno de Trump está solicitando que el Congreso le autorice 18,000 millones de dólares para mejorar y ampliar el muro fronterizo existente. La semana pasada fracasaron en el Senado los intentos de financiar el nuevo muro como parte de un paquete más amplio de inmigración que podría concederle estatus legal a los inmigrantes que llegaron al país cuando eran niños pequeños.
En noviembre, la firma SWF Constructors de Omaha, Nebraska, ganó un contrato por 18 millones de dólares para reemplazar el muro en Calexico, a unos 192 kilómetros (120 millas) al este de San Diego. Abarca una zona dividida en dos por el río New, donde se sabe que los contrabandistas guían a la gente a través de aguas contaminadas. El proyecto, que incluye un puente sobre el río, durará 300 días.
En septiembre, el gobierno despejó el camino para la construcción del muro al desestimar decenas de revisiones ambientales y de otro tipo en Calexico.
Una ley de 2005 podría eximir al muro de las revisiones ambientales si el Departamento de Seguridad Nacional considera que un muro es cuestión de seguridad nacional, entre ellas la Ley Nacional de Política Ambiental, la Ley de Aire Limpio y la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
El gobierno de Trump también ha emitido exenciones para construir muro fronterizo en San Diego y en Santa Teresa, Nuevo México. El gobierno de George W. Bush emitió las cinco exenciones anteriores, lo que permitió extender rápidamente el muro a casi un tercio de la frontera, sin ser objeto de impugnaciones legales que puedan bloquear la construcción o causar retrasos importantes.
El estado de California y grupos ambientalistas han entablado demandas contra el gobierno federal por las exenciones, alegando que su autoridad expiró. Se espera que el juez federal de Distrito Gonzalo Curiel -quien fue criticado por Trump durante la campaña presidencial por su manejo de las acusaciones de fraude en contra de la ya desaparecida Universidad Trump- se pronuncie pronto sobre la conveniencia de permitir que la demanda por el muro fronterizo siga adelante