Los negociadores de paz del Gobierno de Colombia instaron hoy a las FARC a que se comprometan a no sembrar “una mina más” y condenaron la muerte de una niña de 7 años ayer en el departamento del Cauca (suroeste) tras explotar uno de esos artefactos.
“Llegó la hora de que las FARC asuman el compromiso de no sembrar una mina más”, reclamó en La Habana el jefe de la delegación de paz del Gobierno colombiano, Humberto de la Calle.
De la Calle, acompañado de los negociadores gubernamentales Sergio Jaramillo, Paulina Rivero, y el general retirado Jorge Enrique Mora encabezó hoy, al iniciarse un nuevo ciclo de los diálogos de paz con la guerrilla, un acto de solidaridad por las víctimas de las minas antipersona.
Los delegados comparecieron ante los medios con una de las perneras del pantalón remangada, el gesto simbólico que se emplea en Colombia en apoyo y solidaridad a las víctimas de las minas.
La niña colombiana Ingrid Guejía, de 7 años y perteneciente a la comunidad indígena Nasa, falleció el miércoles en el municipio de Buenos Aires (departamento de Cauca, suroeste) tras explotar una mina antipersona frente a una escuela que también hirió a otros pequeños.
En su declaración ante la prensa, De la Calle destacó que hechos como éste merecen “la condena más vehemente” y representan una paradoja precisamente cuando se está comenzando a poner en marcha el plan piloto acordado con la guerrilla para limpiar de minas el país.
“Estamos en La Habana no para justificar estos actos sino para lograr que no vuelvan a ocurrir. Hay que terminar la guerra”, señaló De la Calle.
Colombia es el segundo país del mundo, solo por detrás de Afganistán, más afectado por las minas antipersona y se calcula que más de la mitad de sus municipios están sembrados con estos artefactos explosivos que han causado unas 11.000 víctimas desde 1990.
El pasado 7 de marzo, el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron un acuerdo de desminado para reducir la intensidad del conflicto colombiano, tarea que será realizada de manera conjunta y con la coordinación de la organización Apoyo Popular Noruego y que comenzará en los departamentos de Antioquia (noroeste) y Meta (centro).
Las minas antipersona han supuesto “una verdadera tragedia humanitaria”, según destacó hoy Humberto de la Calle quien instó a limpiar el país de esos explosivos y recordó que el Estado colombiano “eliminó la utilización de minas desde hace décadas”.
Los negociadores del Gobierno y de las FARC abrieron hoy en La Habana el 37 ciclo de sus conversaciones de paz, que siguen centradas en el punto sobre la reparación a las víctimas del conflicto.
