Por Félix Jacinto Bretón.Francisco Alberto Caamaño Deñó
El 3 de septiembre -de 1965- el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó renunció a la Presidencia de la República en armas. Encabezando al pueblo, había resistido durante cinco meses las embestidas de los invasores yanquis y sus secuaces aquí. Completaba así un ciclo heroico ejemplar de defensa de la soberanía nacional y de la preservación de la integridad territorial de la nación dominicana.
La historia recuerda que desde la Fortaleza Ozama, en Santo Domingo, el líder invito al pueblo a jurar que lucharía “por la vigencia de las libertades democráticas y los derechos humanos y a no permitir intento alguno para restablecer la tiranía”. El pueblo respondió a este pedido: “Juramos”. Francis dedicaría el resto de su vida a cumplir este juramento.
(Aunque, en honor a la verdad, el inspirador del movimiento constitucionalista lo fue el siempre recordado coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, pero como estaba fuera del país, Francis asumió la dirección tras el estallido de la revuelta).
Hamlet Hermman reflexiona, al evocar la historia de Caamaño, que una persona se convierte en héroe cuando realiza hazañas extraordinarias que sirven para proteger al pueblo que representa. Eso hizo justamente el Comandante de Abril para repeler, con las armas en las manos, los ataques de los invasores y de los entreguistas locales en 1965.
Y, también, años más tardes -en 1973- al desembarcar con un reducido grupo de valientes e intrépidos dominicanos por Playa Caracoles, Azua, en un intento por tomar “el cielo por asalto”. Francis y sus hombres, al igual que aquellos del 59, llegaron llenos de patriotismo y enamorados de un puro ideal….para devolverle a la patria las libertades conculcadas.
Lamentablemente no llegaron a completar sus sueños pues quedaron en el camino. Coincidencialmente para esta Trinchera, hoy sábado el calendario registra el 16 de febrero, que es la fecha cuando el país recuerda el aniversario número 40 de la caída -como mueren los valientes- “de cara al sol”, de Caamaño y otros dominicanos que lo acompañaron en la guerrilla de Caracoles.
Que mejor para rendirles tributo a Francis -y los demás caídos en las montañas de Ocoa- que este tema que compuso nuestro cantautor Ramón Leonardo y que el desaparecido grupo Expesión Joven convirtió en todo un himno en la década del 70:
Caramba caramba
Francisco Alberto caramba
mi comandante te hiciste
te hiciste el muerto en la sierra
se lo creyeron, que bueno!
Francisco Alberto caramba….
Ellos contaron el cuento
Francisco Alberto
y ellos no lo creyeron
que tu te has ido no es cierto
tu estas viviendo en el pueblo
Francisco Alberto
Te sembraste en las montañas
Francisco Alberto de Ocoa
y engañaste los de arriba los generales y el miedo
Francisco Alberto me alegro
Francisco Alberto caramba
Media isla
en la zozobra del luto y de la sangre
media isla
y la presencia centenaria de los yanquis
Media isla
media isla bañada de febrero en Caracoles
Francisco Alberto, Peña Jáquez, Galán
Claudio, Pérez Vargas, Hamlet, Payero Ulloa
Holguín Marte y Lalane
Dijeron que estabas muerto
Francisco Alberto caramba
y que en un sitio ignorado
enterraron tu fúsil
Francisco Alberto
y tu cuerpo
Francisco Alberto caramba ellos contaron el cuento
Francisco Alberto
y ellos no lo creyeron
que tu te has ido no es cierto
tu estas viviendo en el pueblo
Francisco Alberto
Francisco Alberto
mira tu pueblo
hoy tu gesto es su alimento ya no hay miedo ni silencio
y están siguiendo tu ejemplo
Francisco Alberto me alegro
Francisco Alberto Caramba
Como Héroe Nacional que es y como Presidente de la República en armas que fue, los restos de Caamaño deben estar ya en el Panteón de la Patria… que así sea! Seguimos en combate!
