Este domingo, 2 de febrero, se celebran elecciones presidenciales en El Salvador. Se espera que cinco millones de ciudadanos elijan al sucesor del Presidente Mauricio Funes. Los recientes sondeos muestran como favorito a la izquierda que representa Salvador Sánchez Cerén, candidato por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, seguido por Norman Quijano González del derechista Partido Alianza Republicana Nacionalista.
A través de ALER, la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica, conectamos con Angélica Cárcamo, de ARPAS, la Asociación de Radios y Programas Participativos de El Salvador, quien cuenta la situación del país a pocas horas de las elecciones.
San Salvador, 18 ene (PL) El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) se perfila como el favorito para obtener la victoria en las elecciones del próximo 2 de febrero, según la mayoría de las encuestas presentadas esta semana.
Un maratón de sondeos fueron dados a conocer durante los últimos siete días, dado que el plazo para su publicación vencía este viernes y prácticamente todos colocaron al partido de izquierda en el camino del triunfo.
De acuerdo con los estudios de opinión pública, detrás del Frente está el derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y la coalición también de derecha Unidad.
Analistas aseguran que la preferencia por el FMLN se debe a las propuestas de la fórmula presidencial enmarcadas en su proyecto de gobierno, su campaña limpia y propositiva en la que asegura mantendrá los programas sociales que ya están en marcha de la mano del presidente, Mauricio Funes.
Mientras, Arena y su fórmula, Norman Quijano para la Presidencia y René Portillo Cuadra para la vicepresidencia, van en picada debido a un mal proselitismo centrado solo en el tema de la inseguridad, sin un evidente programa de gobierno.
Incide en esta caída el escándalo de corrupción por los 10 millones de dólares, al parecer más, donados por Taiwán durante la presidencia de Francisco Flores (1999-2004), cuyo destino se desconoce y se advierte un uso ilícito de esos fondos.
Otros funcionarios de su gobierno fueron llamados a declarar esta semana, y todos se desligaron del llamado “Caso Flores”, entre ellos el exdirector de la Policía Nacional Civil Mauricio Sandoval, el exjefe de la Unidad Antipandillas Luis Tobar y el exsecretario técnico de la presidencia Juan José Daboub.
En tanto, en medio de este crecimiento del Frente en intenciones de votos, colectivos y segmentos sociales manifestaron su apoyo a esta fuerza política cuyo candidato a la presidencia es uno de sus líderes históricos, Salvador Sánchez Cerén, y a la vicepresidencia, Oscar Ortiz.
Esta semana centenares de artistas e intelectuales de El Salvador expresaron su respaldo a los presidenciable del FMLN para las próximas elecciones.
Los integrantes del Movimiento Ciudadano Arte y Cultura El Salvador Adelante celebraron un festival artístico para hacer pública su adhesión a su programa de gobierno.
Para esta organización solo la fórmula presidencial del FMLN proporciona las garantías para la continuidad de las transformaciones de la nación.
Sánchez Cerén, actual vicepresidente de la república, agradeció a los artistas el respaldo y ratificó que su gobierno trabajará por la cultura como un agente transformador de la sociedad y sostén de la identidad nacional.
Asimismo, la secretaria de Inclusión Social y primera dama de El Salvador, Vanda Pignato, se sumó a la campaña electoral del Frente.
Pignato, quien solicitó licencia de su cargo para dedicarse a las labores políticas, argumentó que la única fórmula presidencial capaz de seguir con los programas sociales implementados en el actual gobierno es la del FMLN.
También en esta ebullición electoral, los salvadoreños conmemoraron el 22 aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz.
Sánchez Cerén pidió perdón a todo el pueblo salvadoreño por los daños ocasionados durante el conflicto armado, cuyos orígenes fueron décadas de exclusión social, dictaduras militares, pobreza, injusticia y desigualdad.
“Ser uno de los firmantes de los Acuerdos de Paz es una gran responsabilidad. Primero, porque fui actor directo de la negociación y del diseño de un país mejor, en paz, con justicia, con igualdades y libertades para todos los salvadoreños”, enfatizó.
“Y segundo -añadió- porque durante estos 22 años de construcción de la paz no he cesado ni un instante por construir la paz; estoy comprometido con ella, hasta lograr un país donde valga la pena vivir, en armonía con la naturaleza y con la sociedad”, expresó.