La Fiscalía brasileña ha pedido al Supremo la prisión contra el jefe del Senado, Renan Calheiros; el expresidente José Sarney, y Romero Jucá, el exministro de Planificación del Gobierno interino del mandatario Michel Temer, informaron hoy fuentes judiciales al diario “O Globo”.
Calheiros, Sarney y Jucá son sospechosos de intentar obstruir las investigaciones en torno al escándalo de corrupción de la petrolera estatal Petrobras, por el que se han visto salpicados a raíz de unas grabaciones filtradas por Sergio Machado, expresidente de una subsidiaria de la estatal Petrobras.
Machado detalló en un testimonio a la Justicia el pago de sobornos que hizo a Calheiros, Sarney y al senador Romero Jucá, que fue nombrado por Temer como ministro de Planificación pero tuvo que renunciar al cargo a los pocos días tras la divulgación de las primeras denuncias del delator.
El expresidente de Transpetro ha divulgado una serie de grabaciones de conversaciones que tuvo con los políticos en las cuales discuten sobre estrategias para detener las investigaciones sobre las corrupción en Petrobras.
En una de ellas el propio Juca, antes de ser ministro, propone “delimitar” las investigaciones de la trama de corrupción en Petrobras, por la cual están siendo indagados medio centenar de políticos.
La petición de prisión, realizada por el Fiscal general, Rodrigo Janot, está en manos del magistrado del Supremo Teori Zavascki, quien deberá pronunciarse al respecto.
Según el diario “O Globo”, Janot también pidió la suspensión del cargo de Renan Calheiros, que, al igual que Jucá y Sarney, es un alto dirigente del Partido Democrático Brasileño (PMDB), al que pertenece el presidente interino, Michel Temer.
El PMDB, la mayor fuerza política de Brasil, es uno de los partidos con más dirigentes salpicados por el escándalo, el cual fue destapado en 2014.
La confesión de Machado ha puesto contra las cuerdas al partido de Temer, quien asumió la presidencia de Brasil el pasado 12 de mayo después de que el Senado decidiera abrir un proceso de destitución contra la ahora mandataria suspendida Dilma Rousseff.
Machado, quien firmó un acuerdo con la Fiscalía para colaborar en la investigación a cambio de la reducción de sus condenas, afirmó que los sobornos que recibió por favorecer a grandes empresas con millonarios contratos de la estatal fueron distribuidos entre los miembros del PMDB que lo indicaron para el cargo y que lo ayudaron a permanecer trece años en el comando de la empresa.
De acuerdo con el delator, Calheiros recibió 30 millones de reales (unos 8,5 millones de dólares), Sarney 20 millones de reales (unos 5,7 millones de dólares) y Jucá otros 20 millones de reales de los sobornos que recibió por la adjudicación de contratos de Transpetro.