REDACCION INTERNACIONAL .-El medio británico Financial Times advirtió en un reciente artículo el “peligro” para las democracias que representa el multimillonario Elon Musk, dueño de varias empresas tecnológicas entre las que destaca la red social X (antes conocida como Twitter), por su apoyo a grupos radicales de extrema derecha y al supremacismo blanco.
El diario recordó que Musk antes de ser una celebridad en X era propenso a difundir información falsa y de entablar rencillas en contra de personas destacadas. Tal es el caso de las acusaciones sin fundamentos contra el buzo británico que ayudó a rescatar a 12 niños y a su entrenador de fútbol de una cueva tailandesa; el magnate lo acusó de pedofilia por haber puesto en duda el barco de rescate sumergible propiedad de una de sus empresas. Sin embargo, con el tiempo no logró comprobarse el señalamiento y borró de las redes sociales lo que había publicado.
MUSK APOYA A GRUPOS RADICALES
Desde hace dos semanas, Musk mantiene una campaña en X sobre las situaciones de protestas violentas en Reino Unido y Venezuela; en la primera nación es criticado por difundir bulos en contra de los inmigrantes lo que generó multitudinarias manifestaciones convocadas por grupos de extrema derecha para atacarlos, ha condenado al primer ministro británico Sir Keir Starmer por su presunto sesgo hacia los no blancos, tras un lamentable episodio de violencia en el que resultaron asesinadas tres niñas.
En el país suramericano, el dueño de Tesla al conocer la victoria del presidente Nicolás Maduro en las elecciones del pasado 28 de julio se alineó con el discurso de un supuesto fraude electoral cantado por los líderes opositores de la extrema derecha, e igualmente difundió imágenes y videos inexactos sobre el proceso venezolano.
Además, en Reino Unido Musk ha contribuido a viralizar publicaciones de personajes que fueron prohibidos bajo el propietario anterior de Twitter, como Tommy Robinson, un activista británico de extrema derecha marginal y cuatro veces encarcelado. En Venezuela repostea y permite en su plataforma contenidos que llaman abiertamente al magnicidio o a la caza de personas que se identifican con el chavismo o el bolivarianismo.
ESPECIALISTA EN BULOS
El jueves, Musk promovió a otra figura británica de extrema derecha —Ashlea Simon, cofundadora de Britain First, también un grupo escindido de la supremacía blanca— que afirmó que Starmer planeaba enviar a los alborotadores británicos a campos de detención en las Islas Malvinas. La publicación de Simon citó una noticia falsa del Daily Telegraph que llevaba ese titular, una noticia que el Telegraph señaló rápidamente que era inventada. Musk borró su tuit, pero solo después de que hubiera tenido alrededor de 2 millones de impresiones y sin disculparse por su error, criticó Financial Times.
Por otro lado, en el caso de Venezuela publicó un video de personas trasladando equipos para impresión, pero lo convirtió en un bulo al señalar que eran agentes del poder electoral del país que se llevaban las papeletas del proceso comicial.
El hecho de que Musk se deje engañar por las mentiras que circulan en el sitio es ligeramente irónico; ha revelado su credulidad muchas veces. El hecho de que apoye con frecuencia y casi exclusivamente a activistas de extrema derecha es motivo de genuina preocupación. Musk afirma ser un defensor de la libertad de expresión. Con casi 195 millones de seguidores, es el proveedor de desinformación más influyente de Estados Unidos. En total, ha realizado 50 publicaciones desde el 1 de enero que han sido desacreditadas por verificadores de hechos independientes, según el Centro para Contrarrestar el Odio Digital. Estas fueron vistas 1.200 millones de veces. Incluían un video deep fake que supuestamente mostraba a Kamala Harris llamándose a sí misma “la mejor contratación en materia de diversidad”, señala la publicación de Financial Times.
PELIGRO PARA LAS DEMOCRACIAS
El autor del artículo reflexiona sobre qué pueden hacer las democracias, si es que pueden hacer algo, para abordar el peligro que representa Musk, y sostiene que el multimillonario cumple el papel de un editor de medios en la plataforma X, sin embargo, los grandes emporios mediáticos deben cumplir con leyes que impiden la concentración de propiedad y de lo que publican.
Musk tiene más libertad legal en Estados Unidos, donde la Primera Enmienda protege casi todas las expresiones. Además, los editores de Internet están exentos de responsabilidad en virtud de la famosa Sección 230 de la engañosamente llamada Ley de Decencia en las Comunicaciones. Pero incluso en Estados Unidos no se puede gritar falsamente “fuego” en un teatro lleno de gente, advierte el diario.
Además, indica que la diferencia entre la plataforma X y los medios que difunden contenidos de extrema derecha en cualquier parte del mundo, es que los segundos son locales y aislados, pero la red social tiene un alcance mundial de manera inmediata, por lo que los llamados de Musk en parcialidad con un grupo violento amplifica el problema.
En momentos críticos, X se ha convertido en un vector clave para afirmaciones falsas potencialmente letales. El hecho de que su propietario respalde algunas de ellas debería ser un asunto de interés público, refiere el Financial Times.
Por este motivo, líderes políticos globales, entre ellos el gobierno irlandés, el venezolano, la Unión Europea (UE) y senadores estadounidenses, solicitaron anteriormente una investigación sobre el papel de las redes sociales en la difusión de desinformación incendiaria.