La festividad fue aprovechada por pedigüeños, vendedores y parqueadores para ofertar artículos y servicios.
Además de los cientos de feligreses que acudieron ayer al Santuario de la Iglesia Nuestra Señora de La Altagracia a venerar, la patrona del pueblo dominicano con motivo de su Día, el entorno fue ocupado desde muy temprano por pedigüeños, vendedores y parqueadores de vehículos, para ofertar artículos y servicios.
Ya es una costumbre que para este día de celebración además de los fieles del municipio de Santiago, acuden al lugar fieles de otros municipios y comunidades de la provincia de Santiago, así como la provincia Espaillat, que forma parte la Diócesis de Santiago.
También a esta celebración se dan cita autoridades civiles y militares de Santiago, así como dirigentes políticos creyentes de la fe que viajan en peregrinación.
En la parte frontal del tempo en la calle General Gregorio Luperón y el lateral de la calle de Sol, decenas de personas improvisaron negocios de venta de diferentes tipos de alimentos a los visitantes a las misas que durante todo el día se realizaron en dicha iglesia.
Desde venta de patelitos, tostadas, jugos, agua de coco, empanada y calendario conteniendo la imagen de la Virgen de La Altagracia, así como limpia botas era parte del ambiente que se vivió durante la celebración.
Como es ya una tradición, en los escalones que dan acceso del templo decenas de ancianos se apostaron para pedir una limosna a los cientos de fieles que se dieron cita al lugar para venerar a la patrona del pueblo dominicano.
De igual forma las calles Beller, Luperón, General Cabrera, Sabana Larga, Cuba y otras fueron ocupadas por jóvenes que se dedicaron a estacionar y cuidar los vehículos de los fieles, en procura de un pago económico.
Para facilitar el acceso de las personas al lugar el tránsito de la calle del Sol en ese tramo fue desviado por la calle Cuba, por lo que esta parte de la vía también fue ocupada por los asistentes mientras en templo en su interior estaba repleto.