Luego de La Policía Nacional, en un allanamiento ilegal realizado el martes 23 de abril mientras dormían, apresándoles para ser investigados por la muerte del Coronel Julián Suárez Cordero, secuestró a Héctor Eduardo Pichardo y Pamela Jerónimo Ercia, miembros del Felabel.
El compañero Héctor Eduardo fue rudamente golpeado y según informes que recibimos, las golpizas que le han seguido propinando para que diga lo que no sabe sobre la muerte del Coronel Suárez Cordero, lo han provocado una situación física sumamente difícil.
En cuanto a la compañera Pamela, las informaciones dan cuenta que la mantienen aislada y sometida a presión psicológica.
A los compañeros se le desconoció el derecho a hacer una llamada, lo han mantenido incomunicados y sin que se le haya podido pasar alimentos. Mientras, han pasado ya las 48 horas reglamentarias sin que hayan sido sometidos a la justicia, en franca violación a la ley y sus derechos individuales.
Pamela y Héctor Eduardo se encuentran secuestrados por la Policía Nacional y siendo sometidos a vejámenes. El presidente Danilo Medina es el responsable de la violación a los derechos humanos y de la suerte que puedan correr los compañeros en manos de es institución, ya sea porque lo ordene, como parece, o porque se haga de la vista gorda
Como las palabras de los jefes son interpretadas como órdenes por sus subalternos, luego que el general José Armando Polanco Gómez, jefe de la Policía Nacional, tras la muerte del coronel Suárez, dijera que: “Los que cometieron eso los vamos a buscar, no importa a quien tengan de sombrilla. Les vamos a dar una respuesta que va a ser tal para cual”, tememos por la vida de los compañeros.
Llamamos a las organizaciones democráticas y de manera muy particular al Felabel a nivel nacional, a defender la inocencia y la vida de los compañeros Héctor Eduardo y Pamela y a pronunciarse mediante volantes, grafitear las paredes, notas de prensa, intervenciones en los programas interactivos y en las redes sociales exigiendo su libertad.
Hemos exigido que una comisión especial investigue las circunstancias en que murió el coronel Suárez Cordero, porque la Policía Nacional no lo hace apegada a las leyes y reglamentos ni garantiza los derechos individuales y los preceptos constitucionales.