La exguerrilla FARC anunció este viernes la suspensión temporal de su campaña electoral en Colombia por falta de “garantías”, tras “saboteos” y “agresiones” a algunos de sus candidatos para los comicios generales de 2018, informa la AFP.
“Se ha tomado la decisión de suspender temporalmente hasta tanto el Gobierno nos dé las garantías mínimas para desarrollar la actividad” electoral, dijo a la AFP Imelda Daza, fórmula vicepresidencial de la otrora guerrilla comunista.
Daza, una antigua activista y dirigente de izquierda, aseguró que la determinación se toma “principalmente” por las “agresiones” y “saboteos” que ha sufrido en los últimos días el candidato presidencial y líder máximo de las FARC, Rodrigo Londoño, conocido como “Timochenko”.
Londoño ha cancelado visitas por motivos de seguridad y ha tenido que ser protegido de personas que pretenden agredirlo durante actos proselitistas o a la salida de entrevistas con medios de comunicación.
Con el 1% de la intención de voto, el líder rebelde se ubica en las últimas posiciones de los aspirantes presidenciales, según recientes encuestas.
Esperamos “que el Gobierno a través de los mecanismos que dispone nos garantice las condiciones mínimas para desarrollar nuestra labor y mínimo exigimos respeto a la integridad física de nosotros y el derecho a exponer nuestras ideas”, apuntó Daza.
La aspirante aseguró que el lunes Iván Márquez, excomandante guerrillero y candidato al Senado, tuvo que cancelar un acto público en el municipio de Florencia, departamento de Caquetá (sur), por “incitaciones a la violencia” de un senador del opositor Centro Democrático.
“Esto no es una reacción espontánea de la gente”, agregó la candidata a la vicepresidencia por el ahora partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), quien descartó amenazas de muerte contra los candidatos rebeldes.
Daza responsabilizó de “los actos de saboteo” a sectores que promovieron el No al pacto de paz en el plebiscito votado en octubre de 2016, que tuvo mayoría en las urnas y provocó la renegociación del acuerdo alcanzado con el gobierno tras cuatro años de negociaciones en Cuba.
Las FARC y el Gobierno de Juan Manuel Santos firmaron en noviembre de 2016 un pacto para superar medio siglo de conflicto armado.
El pacto le garantiza a los rebeldes diez escaños en el Congreso (cinco en cada cámara) por dos periodos de cuatro años, pero para ello deberán participar en los comicios.
Santos, que dejará el cargo en agosto tras dos periodos de cuatro años, pidió el jueves a los colombianos rechazar las agresiones de las que son víctimas los aspirantes de la FARC.
Los colombianos elegirán en marzo a sus congresistas y en mayo a un nuevo presidente