Por Nelson Acosta
LA HABANA (Reuters) – La guerrilla colombiana de las FARC dijo el sábado que espera llegar a un acuerdo el domingo en el primer punto de la agenda sobre el tema agrario, lo que sería un paso histórico en el diálogo de paz que sostiene con el Gobierno de Colombia para sellar un conflicto armado interno de medio siglo.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos iniciaron hace seis meses las primeras conversaciones de paz en una década, en un proceso donde han abundado las críticas, las acusaciones mutuas y hasta amenazas de levantarse de la mesa.
Ambas partes tienen planeado cerrar el domingo el noveno ciclo del diálogo que transcurre en Cuba desde noviembre.
El proceso, en cambio, sigue una agenda de cinco puntos que además del tema de la tierra, incluye la participación de los guerrilleros en política, la lucha contra el narcotráfico, el fin del conflicto y la compensación a las víctimas.
“Sí, claro, debe terminar mañana. Hay posibilidades y se presentará un documento conjunto, único, firmado por ambas partes”, dijo a periodistas Andrés París, uno de los miembros del equipo negociador de las FARC, en alusión al tema de la tierra.
“Todos rogamos, todos estamos haciendo el esfuerzo porque eso salga así”, destacó.
París señaló, sin embargo, que no podría asegurar que ya se pasaría al segundo tópico de la agenda, aunque afirmó que “se supone que al llegar a un acuerdo (sobre el tema agrario), se tocará el otro tema. Correcto”.
A pesar de los obstáculos en las conversaciones, ambas partes han mantenido un moderado optimismo y sostienen que el balance después de seis meses de negociaciones es “positivo” en el camino de sellar un sangriento conflicto armado interno que ha causado más de 100.000 muertos y que dificulta el desarrollo económico de la nación sudamericana.
El diálogo se está produciendo en medio de la confrontación ante la negativa del Gobierno de Santos a firmar un cese al fuego bilateral como reiteradamente ha solicitado la insurgencia, que cuenta con unos 8.000 miembros y es considerada una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
Un posible pacto el domingo en el tema del desarrollo agrario integral arrojaría señales de solución a una de las causas por las cuales surgieron las FARC como un ejército de campesinos que reclama el acceso y redistribución de las tierras, mientras que permitiría a las partes continuar en la discusión de otros asuntos.
“Con esperanza, ‘ad portas’ de un acuerdo parcial sobre el primer punto de la agenda (…) la Delegación de Paz de las FARC-EP reitera su invitación a la organización y a la lucha de los sectores populares en función de una Reforma Agraria estructural que se sume a la realización de los cambios profundos que requiere el país”, dijo poco antes la guerrillera Laura Villa al leer un comunicado a la prensa.
La delegación del Gobierno de Colombia, que encabeza el ex vicepresidente Humberto de la Calle, se abstuvo, como es habitual, de hacer declaraciones a periodistas.
La prensa acreditada en La Habana fue convocada más tarde par dar cobertura el domingo al mediodía al cierre del noveno ciclo de los diálogos de paz.