La familia de tres choferes que fueron asesinados por integrantes de una red de sicarios, presuntamente encabezada por Arsenio Quevedo y otras cuatro personas, pidieron al Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, condenarlo al pago de una indemnización de 800 millones de pesos en el aspecto civil, mientras que en lo penal a 20 y 30 años de prisión.
El pedimento fue hecho por Francisca Torres y Ercilia Félix, a través de los abogados David Ruiz y Manuel Soto Lara, quienes pidieron al tribunal, presidido por la magistrada Yissel Soto, acoger las conclusiones en el aspecto civil por los daños y perjuicios ocasionados.
Al presentar las conclusiones de sus presentaciones, los abogados pidieron al tribunal condenar a 20 años de prisión a Arsenio Quevedo, mientras que a 30 años de prisión al exregidor Ericsson de los Santos Solis, Cristino Batista, Danilo Reynoso y Amauris Cabrera.
Francisca Torres y Ercilia Félix, son madres de Ángel Javier y Overnys Guerrero, quienes pertenecían a la ruta de transporte público El Toro, cuya parada está en la calle Ana Valverde, esquina Juana Saltitopa.
De su lado, Arsenio Quevedo, uno de los principales imputados, consideró que con el pedimento presentado por los familiares de la víctima en cuanto al aspecto civil y penal se busca desaparecer Unatrafin, al tiempo de señalar que ellos no pagarán nada de eso, alegando que no son culpables de nada.
El grupo esta acusados de integrar una banda de sicarios para ejecutar transportistas y controlar las rutas de transporte público, según la acusación presentada por la Fiscalía del Distrito Nacional.
El tribunal recesó la audiencia para este viernes a las 10:00 de la mañana a fin de continuar con la presentación de las conclusiones por parte de la barra de la defensa.
En la pasada audiencia, el Ministerio Público al concluir con su discurso de cierre, pidió al tribunal condenar a 30 años de prisión a Erickson de los Santos Solís, Cristino Batista y Amauris Cabrera, mientras 20 años de prisión a Arsenio Quevedo y Danilo Octavio Reynoso.
