Washington, (EFE).- Todavía les quedan unos meses en la Casa Blanca, pero la familia Obama ya escogió la que será su residencia a partir del próximo enero, una mansión de nueve habitaciones y ocho baños situada en uno de los barrios más selectos de Washington. En marzo pasado, durante un viaje a Milwaukee (Wisconsin), el presidente Barack Obama ya adelantó que los planes de la familia eran quedarse en Washington cuando dejen la Casa Blanca el próximo enero para que su hija menor, Sasha, pueda terminar la educación secundaria.
“Transferir a alguien en medio de la escuela secundaria es duro”, comentó entonces Obama.
Esta semana se ha sabido que la familia eligió vivir en el exclusivo barrio de Kalorama, situado en el noroeste de Washington, cerca del parque Rock Creek y hogar de varios embajadores acreditados en EE.UU., entre ellos el francés y el de la Unión Europea (UE).
Los Obama prevén alquilar en Kalorama una mansión ubicada en el número 2446 de la calle Belmont, de casi 763 metros cuadrados, con nueve habitaciones y ocho baños y medio, según informó en primer lugar el diario Politico.
La casa, construida en la década de 1920 y renovada en 2011, está valorada en entre 5,4 y 6 millones de dólares, y el alquiler mensual ronda los 22.000 dólares, de acuerdo con la compañía especializada Zillow.
Vendida por última vez en 2014, la casa es propiedad de Joe Lockhart, ex secretario de prensa del expresidente Bill Clinton y quien se mudó recientemente a Nueva York para convertirse en el vicepresidente ejecutivo de comunicaciones de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
Cuando deje la Casa Blanca, Obama recibirá una pensión de algo más de 200.000 dólares al año, además de la protección de por vida del Servicio Secreto, el cuerpo que vela por la seguridad de los presidentes de EE.UU.
Los Obama mantienen, además, su casa de Chicago, que compraron por 1,65 millones de dólares en 2005 y hoy está valorada en más de 2 millones.
Las dos hijas de Barack y Michelle Obama, Malia y Sasha, asisten en la actualidad al exclusivo colegio Sidwell Friends de Washington, el mismo centro donde estudió Chelsea Clinton, la hija de Bill y Hillary Clinton.
Malia, de 17 años, se graduará el próximo mes y se tomará un año sabático antes de incorporarse a la universidad de Harvard en otoño de 2017, según informó la Casa Blanca el pasado 1 de mayo.
Los Obama, siempre muy pendientes de proteger la privacidad de sus hijas, no han dado ninguna pista sobre los planes de Malia para su año sabático, aunque en el pasado ella ha mostrado interés en el mundo audiovisual e hizo prácticas en la cadena CBS y en la producción de la serie de HBO “Girls”.
También sigue siendo un misterio a qué piensan dedicarse Barack y Michelle Obama cuando abandonen la Casa Blanca.
Desde 2010, la primera dama ha estado muy involucrada en su iniciativa “Let’s move!” (“¡Movámonos!”), que trata de convencer a la población, y en especial a los niños, de la importancia de hacer ejercicio y comer sano.
Y desde el año pasado también ha puesto mucho énfasis en otra campaña, denominada “Let Girls Learn” y que persigue dar acceso a la educación a 62 millones de niñas y adolescentes en todo el mundo que no acuden a la escuela.
En cuanto al presidente, en varias ocasiones ha comentado que cuando termine su mandato seguirá siendo “muy joven” y se ve volviendo “a hacer el tipo de trabajo que hacía antes”.
Antes de meterse en política, Obama fue líder y organizador comunitario en Chicago. “Ese es el tipo de trabajo que realmente me gusta”, comentó el año pasado en una charla con estudiantes de primaria en una biblioteca de Washington.