LA CANELA.-En esta comunidad, que se caracteriza por su laboriosidad y la producción agrícola, los problemas se multiplican y los moradores se quejan de que las soluciones, ni siquiera las prometidas, acaban de llegar.
El desaliento cunde y ha arropado, específicamente, a los moradores de La Capilla, donde hay una situación que alarma por la falta de agua desde hace años y el mal estado de los caminos y calles.
La alarma se disparó esta semana después que los grupos comunitarios denunciaran los sufrimientos que padecen por la falta del vital líquido, que es uno de los dolores de cabeza permanente que sufren las familias de esta zona.
La Canela, que es un distrito municipal ubicado entre Santiago y Valverde, no cuenta con un acueducto propio y esto provoca que los residentes en las comunidades periféricas no dispongan de un adecuado abastecimiento de agua.
Para realizar las tareas más elementales del hogar los lugareños tienen que utilizar fuentes contaminadas y esto complica en grado sumo la situación, de acuerdo a las denuncias formuladas por los afectados.
A esto se suma que de los pocos recursos que consiguen, tengan que disponer de entre 400 y 600 para abastecerse en los camiones cisternas cuyos propietarios, como buitres, se aprovechan de la situación.
Las autoridades en el 2012, según moradores, prometieron que en el 2014 “tendrían agua en abundante” en La Capilla, pero ya estamos en enero del 2015 y las tuberías siguen secas.
Pero el problema de la comunidad no es tan solo la escasez de agua, sino también las condiciones desastrosas de las vías de penetración, las cuales impiden la libre circulación de vehículos y de personas.
Los grupos y los demás sectores, que dicen sentirse preocupados por esta situación, esperan que las autoridades se conduelan y acudan a resolver estos inconvenientes a la mayor brevedad ya que si no en la zona podrían desatarse protestas callejeras en cualquier momento.