El Frente Amplio de Lucha Popular (FALPO) deplora la muerte del coronel Julián Suárez Cordero ocurrida el pasado 23 de abril, al mismo tiempo que exige que dicho caso sea investigado hasta dar con el responsable del hecho y de quienes puedan haber maquinado la acción.
El Secretariado de la Dirección Nacional del FALPO desmiente de manera categórica que los dirigentes del Frente Estudiantil de Liberación Amín Abel (FELABEL) sean los responsables de la muerte del coronel Suárez como ha querido hacer creer a la opinión pública la Policía Nacional.
Muchas interrogantes produjo la muerte del coronel Suárez Cordero y muchas más ha suscitado la “investigación” dada a conocer por la Policía, que además de no haber sido rigurosa ni objetiva, desde antes de hacerla le puso nombre y apellido al supuesto culpable.
– ¿El coronel Suárez habrá sido víctima de pugnas entre grupos a lo interno de la Policía nacional?
– Se dijo que comandaba el contingente policial, pero si habían dos coroneles tenía que haber un general dirigiendo las operaciones, ¿Cuán es el nombre de ese General?
– El lugar donde calló mortalmente herido el coronel Suárez está a una distancia apreciable del interior de la UASD, entonces debió ser con un fusil o alguien desde muy cerca de él.
– ¿Por qué lo mandaron a adelante sin protección?
– Es sabido que el Jefe de la PN lo heredó el presidente Danilo Medina del anterior gobierno, que cuenta con el apoyo de sectores de poder económico y que hay quienes están en sus afanes de pasar al mando. ¿Será una maniobra para quitarlo o para mantenerlo?
El malestar a lo interno de la PN no es un secreto para nadie. Recordemos la protesta que llevó a cabo la dotación de San Francisco de Macorís que se llevó a la fuerza un policía que se encontraba preso.
Trascendió que la semana que mataron el coronel estallarían protestas policiales en todo el país, pero dada la muerte del coronel Suárez esto solo sucedió en Comando Regional Norcentral con asiento en Santiago.
Cabe repudiar el comportamiento del jefe de la Policía, General José Armando Polanco Gómez, quien reaccionó ante la muerte del coronel Suárez diciendo lo siguiente: “le responderemos de la misma manera”, que no es otra cosa que dictar sentencia de muerte para los dirigentes de Felabel.
Todo el apresuramiento de la Policía Nacional en catalogar la acción de terrorista, afirmar que se disparó con arma larga y señalar culpables a priori, así como todas las declaraciones posteriores, han estado dirigidas a justificar la muerte de uno o varios dirigentes del grupo estudiantil.
Se han violado los derechos individuales, constitucionales y la ley. Los allanamientos se produjeron en horas nocturna y sin fiscal actuante; Héctor Eduardo Pichardo y Pamela Jerónimo fueron secuestrados durante tres días, les violaron el derecho a una comunicación, se les propinaron golpes y presión psicológica para arrancarles confesiones y fueron interrogados sin asistencia legal.
Ha trascendido lo interno de la Policía Nacional que a los compañeros, incluyendo Héctor Eduardo Pichardo que fue apresado el mismo día que mataron al coronel Suárez, se les practicó la prueba de parafina y todas las veces los resultados fueron negativos.
La Jefatura de la Policía ha hecho afirmaciones que luego contradice. La versión inicial del General Polanco Gómez aseguraba que al coronel le dispararon con un fusil, ahora la PN cambia la versión a que fue con un arma corta. Sin embargo, no ha presentado ni uno ni otra arma. En todo caso, por la forma viciada y prejuiciada que ha conducido el proceso de la investigación, cualquier evidencia hay que ponerla en tela de juicio.
A ninguno de los estudiantes que guardan prisión se le encontró nada comprometedor ni que lo vincule con la muerte del coronel Suarez Cordero. Las armas supuestamente encontradas en locales de la UASD fue en allanamientos practicados tres días después del hecho y las mismas no se corresponden con el tipo de arma que según la propia policía fue utilizada para dispararle al oficial.
Estamos entre los más interesados en que el asesinato del coronel sea aclarado nos sumamos al reclamo de los sectores y personas que exigen que sea una comisión independiente investigue el caso.
Demandamos el cese de la represión y persecución contra los miembros del FELABEL a nivel nacional y garantías para vida e integridad física de Wilson Daciel Javier, Héctor Eduardo Pichardo, Víctor González, César Escanio (Shebo) y Diógenes Gutiérrez (Yuyo), este último vocero del FELABEL.
La persecución de los dirigentes del FELABEL y el intento de desarticular la organización estudiantil es una conspiración del Rector Mateo Aquino Febrillet y la Policía Nacional, uno para acallar voces crítica que denuncian la corruptela y las irregularidades a lo interno de la UASD y estos para neutralizar o hacer desaparecer grupos capaces de protestar frente a la mala política del gobierno.
Los dirigentes estudiantiles fueron condenados por el Rector de la UASD por el Consejo Universitario antes que se les demostrara su culpabilidad y ni siquiera fueron escuchados, por lo que tanto su expulsión como la “ilegalización” del grupo estudiantil violó sus derechos individuales, así como los artículos 47 y 48 de la Constitución de la República.
El FALPO está en plena disposición de apoyar con sus abogados la defensa jurídica y legal de los cinco dirigentes del FELABEL que se encuentran en la cárcel de La Victoria y no descartamos exigir su libertad mediante la diferente formas de protestas su libertad, en caso de que sean mantenidos presos.