SANTO DOMINGO. María Alejandra, quien había nacido mediante cesárea la mañana del jueves pasado en el Centro de Ginecología y Obstetricia, murió horas después de nacer.
La beba, según confirma el portal ocoeño Ocoa en Red, “solamente sobrevivió un par de horas después de una exitosa cesárea a la madre, Elizabeth Díaz”. Se dice que la pequeña nació a la 1:00 pm y murió a las 8:30 de la noche de ayer.
El mismo portal de la provincia de San José de Ocoa adelantó que sus padres, de acuerdo con una fuente cercana, “estarían ofreciendo más detalles, así como su agradecimiento a cada una de las personas que estuvieron con ellos en estos momentos difíciles”.
Diario Libre conversó con la madre de María Alejandra, Elizabeth Díaz, a propósito de que la Presidencia de la República asumiera los gastos del tratamiento médico
La pequeña María Alejandra, quien nació a las 39 semanas y un día, había sido diagnosticada con una Hernia Diafragmática Congénita (HDC), un defecto que impide la formación del diafragma y dificulta el desarrollo físico-motor de los neonatos y que en ocasiones puede causarles la muerte.
Luego de la cesárea, la criatura sería llevada a una máquina parecida a una incubadora auxiliada del tanque de oxígeno compuesto por el óxido nítrico y posteriormente entubada: “Este oxígeno es especial para la condición de la niña, el cual ayuda a estabilizar su respiración debido a que solo le funciona un pulmón. Mientras la criatura está dentro del vientre respira por el cordón umbilical”, contó a Diario Libre la madre durante la conversación días antes de dar a luz.
Al nacer, la niña se mantendría en observación y conforme a su evolución, si así lo ameritaba, iba a ser sometida al tratamiento de oxigenación por membrana extracorpórea (OMEC), también conocida como ECMO.
Este padecimiento tiene poca explicación incluso para los médicos, pero en esencia, cuando el feto se está formando, el diafragma no cierra completamente y eso conduce a que los órganos se muevan y no se coloquen dónde van.
Con el seguimiento de la beba a medida que transcurría su evolución, la madre explicó que sería preparada para proceder con la cirugía para colocarle los órganos donde van.
Ella estaba confiada y de la mano de Dios ante cualquier circunstancia. Y comentó a este diario el miércoles lo siguiente: “Vamos a seguir adelante porque esa niña viene con un propósito y tengo mucha fe de que todo va a salir bien”.
Elizabeth Díaz, oriunda del municipio de Sabana Larga, provincia de San José de Ocoa, reside en Santo Domingo junto a su esposo y sus dos hijos de 11 y cinco años, respectivamente.