El ingeniero y catedrático, Silvio Carrasco planteó este martes, la necesidad de construir 20 nuevas presas y 200 lagunas para el almacenamiento de agua y regular el manejo del agua que se destina a la agricultura, sector en el cual el arroz y el banano son cultivo de alto consumo, donde a su vez se desperdicia el 70% del preciado líquido.
El especialista en ingeniería hídrica recomienda además, bajar la ganadería de las montañas, conservar el bosque (no reforestar) y la adecuación de las presas existentes, los vertederos operen de forma natural y así evitar votar el agua cuando se registran fenómenos naturales que aumentan los embalses.
Explicó que solo la presa de Monción, en el río Mao, cuenta con un vertedero que opera de forma natural, para guardar el agua cuando el embalse se llena, lo cual solo ocurre, dos veces al año, provocada por fenómenos, como tormentas, ciclones y depresiones tropicales.
En ese sentido manifestó que el resto de los contra embalses, cuando ocurren estas lluvias hay que sacarle el agua, lo que constituye un desperdicio del preciado líquido que no debiera ocurrir, porque esa agua se necesita.
Entrevistado en el programa “El Cafecito”, por el canal 29, por Haime Thomas e Iliana Rosario, el especialista y exdirector del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), plantea que sacar sedimento de las presas, no es rentable, por lo que la solución a ese problema consiste, en elevar el muro de contención de las presas.
Desperdicio del agua:
El especialista dijo del agua que se usa en la agricultura, el 80%, lo consume el cultivo de arroz y banano, pero que éste sector vota el 70% de la misma, lo que constituye una amenaza, para el recurso agua, lo que considera pertinente resolver.
Manifestó que el problema de las presas de Tavera, Bao y la mayoría de las presas del país, que no fueron construidas con capacidad para mitigar crecidas, entonces cada vez que hay una tormenta, tienen que votar el excedente de agua fuera del vertedero.
“Que pasa con ello, que pierde el agua cuando viene, la presa tiene que tener capacidad de regular el agua cuando aumenta la cantidad, para que esté disponible cuando se reduce el volumen, en consecuencia todas las presas hasta esa que fue la última que se hizo esa, no se ha hecho más presas en veinte años, Montegrande en construcción que la dejamos nosotros en la mesa”, expresó.
En ese sentido el experto propuso que todas las presas tienen que arreglarse, como se hizo en la de Sabana yegua, donde se revistió el vertedero elevando el muro, para que no vierta cada vez que hay una tormenta, que solo vierta cuando hay un evento extraordinario que ocurre una vez cada cien años.
Dijo que en la República Dominicana, la mayor producción e agua viene de tormentas, depresiones tropicales, de ciclones anunciados que no llegan, entonces las presas tienen que tener capacidad de almacenamiento para esos eventos.
“De ahí, la necesidad de garantizar la seguridad hídrica en el país, que no estas garantizada, solamente tenemos el 10% del agua que demandamos regulada y el mínimo tiene que ser el 30%, quiere decir que estás disponible cuando se quiere, porque si hay una forma de mitigar la sequía es almacenando el agua”, subrayó.
Presa de Monción:
Carrasco destacó que toda la energía que se consume en la Línea Noroeste, depende de la presa de Monción, que es el 80% de la energía que se produce en el país, lo mismo ocurre con la energía solar que produce en esa zona, sin ella sería imposible.
Dijo que en el año 2002 cuando se hizo esa presa, la misma estaba diseñada, para conectar la generación a Navarrete, pero ante una visión, del entonces Presidente Hipólito Mejía, le dijo que hicieran un circuito a la Línea Noroeste y en vez de Navarrete se llevó una línea de alta tensión desde Mao a Montecristi y Dajabón.
“Esa línea que hay ahí de alta tensión desde el año 2002, es la que permite la conexión ahora de la energía solar, eólica y toda la energía renovable que se produce en la Línea Noroeste y eso se debe al acueducto de la Línea Noroeste, el más importante del país”, precisó.
Insistió en que cuando llegaron a la administración del Presidente Mejía, les preguntaron al contratista, donde estaba el vertedero, súbale tantos metros más y calcúleme la crecida, para que no vierta y nunca ha vertido, porque estás diseñada para eso y así hay que hacer en Tavera-Bao.
