El exdictador panameño Manuel Antonio Noriega, quien purga condenas en su país por desaparición de opositores durante su régimen (1983-1989), fue excarcelado en la noche del sábado para ser operado de un tumor cerebral benigno, informó su hija.
“Mi papá ya salió de (la cárcel) El Renacer”, dijo a la AFP Thays Noriega, hija del militar, cuyo abogado Ezra Ángel también confirmó a la AFP su salida del centro penitenciario.
Según las imágenes de televisión, Noriega pudo haber salido poco antes de las 22H00 (03H00 GMT del sábado) en un pequeño autobús con vidrios ahumados, y escoltado por la policía.
Media hora después, el vehículo llegó a un edificio donde el general, con gafas de sol, gorra roja y abrigo negro, accedió a su interior con ayuda policial y en silla de ruedas.
La Corte Suprema de Justicia de Panamá informó el martes de que otorgó una medida cautelar provisional de arresto domiciliario a Noriega, de 82 años, para una operación quirúrgica prevista para el día 15 de febrero.
Sin embargo, no fue hasta el sábado cuando dejó la prisión para ir al domicilio de una de sus tres hijas, en la capital panameña, en lo que es su primera salida en 27 años a una casa particular en su país.
Su excarcelación se produjo tras varios trámites judiciales, entre ellos una audiencia en la que el exhombre fuerte de Panamá, en silla de ruedas y con voz altisonante, juró “bajo el nombre de Dios” que no tuvo “nada que ver” en los crímenes por los que se le condenó.
Nueve médicos recomendaron su excarcelación, ya que necesita cuidados preoperatorios que no puede recibir en la cárcel.
Noriega tiene un meningioma que “ha tenido un crecimiento bastante significativo” y, si no se extirpa, podría tener “convulsiones y hasta un paro cardiorespiratorio”, dijo esta semana a la AFP su médico personal, Eduardo Reyes.
El exdictador está preso en el centro penitenciario El Renacer, a orillas del Canal de Panamá, donde cumple tres condenas de 20 años cada una por la muerte de opositores.
Las causas son por la desaparición y asesinato en 1985 del opositor Hugo Spadafora; del militar Moisés Giroldi, muerto tras rebelarse contra el exdictador en 1989; y por la llamada masacre de Albrook, en la que varios militares murieron después de sublevarse contra él.
También tiene otros casos pendientes por desapariciones cuando era jefe de la extinta Guardia Nacional y mano derecha del líder nacionalista Omar Torrijos, quien alcanzó el poder tras un golpe militar en 1968.
Derrocado tras una cruenta invasión militar estadounidense en 1989, Noriega estuvo preso desde entonces por narcotráfico y blanqueo de capitales en Estados Unidos y Francia, país que lo extraditó a Panamá en 2011.
Sus familiares han realizado sin éxito varias solicitudes para que se le conceda arresto domiciliario definitivo por haber sufrido varios derrames cerebrales, complicaciones pulmonares, cáncer de próstata y depresión.