El presidente de Bolivia, Evo Morales, retornó ayer a su país tras el proceso de recuperación al que se sometió en Cuba debido a la cirugía en la laringe que le fue practicada el pasado sábado.
El avión presidencial aterrizó pasadas las 20.20 hora local (0.20 GMT del jueves) en el aeropuerto de la ciudad central de Cochabamba.
El mandatario, quien no hizo declaraciones, fue recibido en esa terminal aérea por el vicepresidente, Álvaro García Linera, sus ministros, jefes militares y policiales, además de líderes sindicales y campesinos afines al Gobierno, quienes le vitorearon.
“Bolivia está muy contenta de recibir nuevamente al presidente”, dijo la dirigente campesina Juanita Ancieta en declaraciones al canal estatal Bolivia Tv, que transmitió en vivo la llegada del avión presidencial.
La cirugía realizada a Morales para extraerle una tumoración benigna de la cuerda vocal del lado izquierdo, que le provocaba una ronquera desde hace varios meses, tuvo lugar el sábado en el militar Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (Cimeq), ubicado en un barrio residencial del oeste de La Habana.
Morales podrá hablar muy poco y despacio hasta el próximo sábado, dentro de una semana ya podrá comunicarse normalmente y en dos semanas ya podría retomar su agenda de discursos, según anticipó el lunes el vicepresidente.
En principio y tras la cirugía del sábado, las autoridades bolivianas habían informado que el mandatario debía guardar silencio de 4 a 7 días, pero ahora le permitirán conversaciones breves y sin mucho esfuerzo.
Las señales de ronquera de Evo Morales empezaron a notarse en enero pasado, cuando hizo un largo discurso para conmemorar sus once años en el poder y luego se agudizaron en las prolongadas intervenciones que efectúa cada semana.
El nódulo le fue descubierto al mandatario a principios de este mes en Cuba tras ser atendido de urgencia por una disfonía, sinusitis y dolores de abdomen.
El presidente decidió operarse en la isla caribeña después de que cinco médicos de su país no lograran curarle la disfonía, según el Ejecutivo boliviano, aunque no es la primera vez que Morales se pone en manos de médicos cubanos y en más de una ocasión ha aprovechado viajes a La Habana para someterse a chequeos de salud.