La Paz, Bolivia. El presidente Evo Morales afrontaba ayer la primera protesta masiva en los 12 años que lleva en el poder en rechazo a su reelección para un cuarto mandato.
El paro nacional con cierre de comercios, oficinas, suspensión del transporte público y labores escolares se sentía con más fuerza en la ciudad más poblada, Santa Cruz en el oriente, bastión opositor y motor económico del país, donde calles y avenidas estaban bloqueadas por vecinos.
En La Paz la protesta era menos contundente. Para el resto del día se prevén marchas a favor y en contra de Morales.
Miles de partidarios del mandatario también marcharon para proclamarlo su candidato para las elecciones de 2019. La protesta era pacífica.
En Santa Cruz manifestantes portaban muñecos de Morales y del político brasileño Luis Inácio Lula da Silva en trajes de presidiarios.
Bajo la consigna de “NO es NO” organizaciones ciudadanas y partidos de oposición convocaron la protesta para reclamar el respeto al resultado del referendo del 21 de febrero de 2016 en el que la mayoría de los bolivianos rechazó reformar la constitución para habilitar la postulación de Morales.
No obstante, el gobernante Movimiento al Socialismo logró un fallo favorable del Tribunal Constitucional, al que la oposición acusa de ser proclive al oficialismo.
“Es un paro orquestado por políticos tradicionales de la oposición que son resabios de la derecha”, comentó la ministra de Comunicación del gobierno de Evo Moales, Gisela López.
“No hay paro, la situación es casi de normalidad”, evaluó el viceministro de Régimen Interior, José Luis Quiroga.
Para los promotores es un “paro contundente y pacífico”. “Es la primera vez en 12 años del gobierno de Morales que el país sale a las calles a exigir respeto al voto”, dijo a la prensa local el activista Iván Arias.
Los opositores anunciaron resistencia a la pretensión del gobernante pero éste dijo que su postulación no está en debate.