SAMANÁ.- Un pastor evangélico murió electrocutado cuando intentó levantar un cable del tendido eléctrico, al suponer que no tenía electricidad, para evitar que su casa se incendiara.
Familiares y residentes culparon a la Empresa Distribuidora de Electricidad del Norte (Edenorte) por la muerte de Joaquín Payano (Pelú), de 70 años, padre de 17 hijos.
Sostienen que la tragedia se hubiese podido evitar si las autoridades hubieran hecho caso cuando denunciaron que un transformador cercano a su residencia llevaba “cuatro días con fallas, aterrizado”.
“Hoy sí vinieron a recoger datos, hoy que a mi papá lo mató ese cable que se cayó”, narró entre sollozos uno de sus hijos; pero su esposa, desconsolada, no pudo ofrecer declaraciones por la pérdida inesperada de su pareja.
Dijeron que el hecho ocurrió luego que Payano saliera de una vigilia celebrada en un templo, donde pastoreaba, ubicado al lado de su vivienda en el poblado Las Pascualas, provincia Samaná, cuando se percató del cable eléctrico en el suelo.
Será sepultado en el cementerio que está ubicado casi frente al lugar de la tragedia, mientras el desconsuelo se apodera de sus familiares quienes responsabilizan a Edenorte por su pérdida.