La actriz estadounidense Eva Longoria, que celebró su “Fin de Semana Filantrópico” en Marbella (sur), asegura que para ayudar no hace falta ser rica ni famosa, aunque cree que las grandes fortunas tienen la responsabilidad de contribuir en los proyectos solidarios.
Longoria, que participaó el sábado en el torneo de golf benéfico “The Global Gift Celebrity Golf Tournament”, señala en una entrevista concedida a Efe que este deporte es divertido y una buena manera de recaudar fondos, pero que ella no juega “tan bien”.
La intérprete, que además amadrina el evento benéfico “The Global Gift Gala”, que tuvo lugar el ayer domingo, dice que espera que esta segunda edición en Marbella sea “tan exitosa” como la de 2012, ya que está “ayudando mucho” a los niños de este municipio del Mediterráneo andaluz y de otras partes del mundo, y ha adelantado que las próximas citas serán en Londres, México y Dubai.
Muestra su sorpresa por el éxito de la gala del pasado año y resalta la “generosidad” de la gente en España en unos momentos en los que es tan difícil recaudar fondos y hacer galas filantrópicas, ya que “todo el mundo está sufriendo”.
Corazón grande
Insiste Longoria en que para ayudar “no hace falta ser famosa o rica”, sino que todo el mundo lo puede hacer si tiene “un corazón grande” y da su tiempo, su energía, su experiencia o su educación, y ha apuntado que hacer una cosa “tan chiquita” puede multiplicar este apoyo.
No obstante, cree que las grandes fortunas tienen una “responsabilidad” para ayudar, como la gira que está realizando la actriz junto con el millonario Howard Buffett para ayudar a los campesinos a tener sus tierras y sus cosechas propias en Centroamérica.
Respecto a su fundación, “Eva Longoria Foundation”, que trabaja con las mujeres de la comunidad latina, explica que ayuda a las niñas para que puedan ir a la universidad y a las mujeres para que creen sus propias empresas.
La actriz relata que la organización está “entrenando a las mujeres del futuro”, ya sean de Estados Unidos, España o México, y analiza aquello que hacen “correctamente” las latinas que están en las universidades para aplicar sus recetas y “multiplicar” esos resultados a otras féminas.