REDACCIÓN. Siomi Santos, el dominicano que viajó de polizón en el tren de aterrizaje del vuelo 1026 desde el Aeropuerto Internacional de Las Américas José Francisco Peña Gómez y el aeropuerto de Internacional de Miami, pudo haber muerto por falta de oxígeno o frío.
El vuelo, de aproximadamente dos horas de trayecto, estuvo 34 mil pies sobre el nivel del mar donde las temperaturas se calculan a 53 grados Celsius bajo cero y escasea el oxígeno.
¿Cómo sobrevivió el polizón?
Un documento de la Administración Federal de Aviación indica que “a pesar de la falta de presurización, o equipo personal de oxígeno, la presencia de líneas hidráulicas cálidas en el pozo de la rueda y los neumáticos inicialmente calientes proporcionaron un calor significativo al individuo”.
Además “la subida estable de la aeronave permitió, junto a la deficiencia de oxígeno conducir a una inconsciencia gradual del individuo. Por lo que a medida que el ambiente dentro del tren de aterrizaje se enfría lentamente, la hipotermia acompaña la falta de oxígeno, preservando la viabilidad del sistema nervioso. Mientras que el descenso acompaña el calentamiento del tren de aterrizaje, lo que con el aumento de la presión atmosférica propicia la aparición de oxígeno, disipando lentamente la hipoxia y la hipotermia”.
Un informe de octubre de 1996 de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos, “Survival at High Altitudes: Wheel-Well Passengers”, documenta a cinco supervivientes entre 1947 y 1993. Tres de ellos eran adolescentes, uno de 13 y dos de 17 años.
En abril de 2014, la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos dijo que un niño de 16 años sobrevivió a un vuelo de cinco horas y media de California a Hawai a altitudes de hasta 38.000 pies.
En octubre de 2007, un hombre de 27 años fue acusado de entrar en Singapur sin un pase válido o permiso, después de esconderse en un vuelo de 35 minutos desde Kuala Lumpur.
Las autoridades dominicanas han dicho que investigan cómo el polizón pudo abordar la nave en el aeropuerto de Santo Domingo.
