Cuando pensamos en un drone pensamos en algo inofensivo, en un objeto volador que además de grabar espectaculares tomas aéreas como mucho puede violar la privacidad grabando y tomando fotografías en lugares no autorizados. Pero en realidad hay mucho más que eso, un drone puede suponer un peligro entrando en el tráfico aéreo de un aeropuerto por ejemplo. Y donde se han vuelto una herramienta muy útil es en misiones militares. Por eso mismo existen ideas tan estrambóticas a la hora de derribar drones.
En zonas de guerra, los drones pueden ser una gran amenaza. Normalmente se equipan con explosivos o armas de fuego, con el objetivo de hacer el máximo daño posible. A cambio, lo peor que puede ocurrir es que pierdan el drone en la batalla. Para ejércitos como el de Estados Unidos, los drones son una de las mayores amenazas actuales. Y aún no tienen un sistema efectivo para acabar con ellos.
Menos misiles y más rayos láser
Raytheon, una de las empresas contratistas de defensa militar más grande del mundo, tiene una solución para acabar con los drones de manera eficaz: los rayos láser. Su última propuesta es un vehículo todoterreno que lleva en la parte superior un cañón láser capaz de acabar con la vida de la mayoría de los drones existentes en el mercado actualmente.
El problema con los sistemas anti-drones hasta el momento es que siempre han sido cinéticos, es decir, se han basado en misiles, redes o balas. Los sistemas anti-drones equipados con rayos láser consumen muchísima energía, y a no ser que sean sistemas fijos, nunca han sido efectivos. Raytheon ofrece como solución crear un rayo láser menos potente pero más preciso.
En el siguiente vídeo podemos ver cómo acaba con un drone quemándolo y enviándolo al suelo. No se aprecia el láser pero sí que vemos cómo el drone deja una cola de humo.
El cañón láser de Raytheon es relativamente pequeño, por lo que se puede montar sobre un vehículo y transportarlo al área donde haga falta, es su ventaja principal sobre otros sistemas. Con una sola carga de batería, es capaz de realizar hasta 30 disparos. El sistema utiliza la tecnología Multi-spectral Targeting System propia de la empresa, que combina sensores ópticos e infrarrojos para encontrar y rastrear los objetivos para dirigir el rayo que dispara. Teniendo en cuenta que su precisión es alta, pueden ser muchos drones derribados en una sola misión.
Las organizaciones militares suelen utilizar drones de Clase I y Clase II (son drones pequeños, con un peso menor a 150 kg y 600 kg respectivamente), Raytheon ha modificado su sistema de rastreo para adaptarse a las dinámicas de movimiento de este tipo de drones. Esta tecnología es ideal para acabar con drones porque el sistema láser, a diferencia de los misiles, te permite un “disparo continuo” sobre el objetivo que está en constante movimiento. Si fuese un misil o balas, debería hacerse varios disparos seguidos.
La idea de Raytheon es vender este nuevo cañón anti-drones al ejército estadounidense. De momento han realizado unas cuantas pruebas y el sistema funciona. Esperan que en próximas versiones el coche pueda estar en movimiento mientras dispara, algo que de momento no es posible. Sea como sea, parece más efectivo que lanzar misiles de 3,4 millones de dólares cada uno.