Un informe interno de la administración de Donald Trump prendió las alarmas de la comunidad inmigrante en todo el país.
Se conoció que el gobierno planea dejar de aceptar solicitudes de niños refugiados centroamericanos con padres que viven en Estados Unidos. Según una presentación que el Departamento de Estado hizo recientemente a organizaciones de refugiados el programa para menores del Salvador, Honduras y Guatemala sería cancelado.
A pesar de la decisión de poner fin al programa de menores de Centroamérica (CAM), los menores podrán seguir cruzar sin autorización y luego solicitar asilo político, sin embargo al hacerlo bajo la nueva política del gobierno Trump expondrían a sus padres a una investigación por delitos de contrabando infantil.
“Terminar el programa obligaría a niños desesperados a entrar en brazos de contrabandistas y traficantes porque no tienen una manera segura y ordenada de llegar a los Estados Unidos”, dijo Lisa Frydman, vicepresidenta de Kids In Need Of Defense, un grupo de defensa de inmigrantes a ProPublica.
Las organizaciones de refugiados fueron alertadas de la desaparición inminente de CAM hace dos semanas por funcionarios del Departamento de Estado, según un memorando que resume la reunión que fue obtenida por ProPublica.
El programa CAM fue lanzado en 2014 en medio de un aumento desmesurado de niños centroamericanos que cruzaron ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México sin compañía alguna, la mayoría de ellos afirmando tener padres u otros familiares en los Estados Unidos.
Para calificar los padres de los menores deben estar legalmente autorizados en los Estados Unidos y los niños deben aprobar una prueba de ADN. El proceso toma un promedio de 13 meses y alrededor del 75% de las solicitudes de refugio son negadas.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo que “todos los aspectos del programa de reasentamiento están siendo revisados”, pero agregó que “no se han tomado decisiones”.
En agosto, la administración de Trump terminó un programa complementario al CAM. El programa permitía a los niños que no calificaron como refugiados a ser permitidos a los Estados Unidos temporalmente si podían demostrar que había una razón humanitaria convincente.
Por años el programa de refugiados de para niños de Centroamérica (CAM) ha sido una herramienta de salvación para cientos de familias indocumentadas que buscan reunificarse en suelo de EEUU tras ser perseguidas por la violencia en esta zona del continnte.
No está claro cuántas solicitudes están pendientes para menores centroamericanos, pero es probable que el número sea de miles, basado en cifras de 2016. Tampoco está claro qué sucederá con las solicitudes pendientes una vez que la cancelación del programa surta efecto.