“Lo que acabamos de hacer es una gran cosa para los trabajadores estadounidenses”.
Eso dijo este lunes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras firmar la orden ejecutiva mediante la cual retiraba a su país del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés).
La decisión puso fin a la participación de EE.UU. en un ambicioso tratado comercial cuya creación fue impulsada durante siete años por el gobierno del expresidente Barack Obama.
Con Estados Unidos, el TPP reunía en su seno a 12 países que juntos representaban en torno al 40% del PIB mundial y un mercado de 800 millones de habitantes.
En el acuerdo participaron además tres países latinoamericanos (México, Perú y Chile), junto a Canadá y a siete naciones de Asia Pacífico: Australia, Japón, Malasia, Vietnam, Brunei, Singapur y Nueva Zelanda.
Durante la campaña presidencial pasada, Trump incluyó la retirada de EE.UU. del TPP dentro de las medidas que aplicaría en sus primeros 100 días de gobierno, pues consideraba que este tipo de tratados comerciales son lesivos para los intereses de los trabajadores estadounidenses.
Pero, ¿cómo afecta esta decisión al TPP y al resto de países miembros de este acuerdo?
Futuro incierto
La retirada de Estados Unidos del TPP deja el acuerdo en territorio desconocido.
“No está claro lo que ocurrirá alrededor del mundo. Varios de los otros 11 países miembros tienen la intención de seguir adelante y establecer un acuerdo entre ellos”, dijo Peter A. Petri, profesor de Finanzas Internacionales en la Escuela Internacional de Negocios Brandeis, en entrevista con BBC Mundo.
El experto destacó que para avanzar se requeriría, de entrada, un cambio en la redacción del texto actual pues este exige que para su entrada en vigor el acuerdo debe ser ratificado por un mínimo de 6 países que representen el 85% del PIB combinado de todos los miembros.
Dado que EE.UU. por si solo representa el 57% del PIB de las naciones del TPP, esa ratificación no sería posible sin su participación.
Petri considera, sin embargo, que no sería difícil para los demás miembros cambiar el texto para modificar eso y hacerlo funcionar sin EE.UU.
Indicó que países como Japón y Nueva Zelanda ya lo ratificaron y han manifestado su interés en seguir adelante.
Otros expertos, sin embargo, no son tan optimistas sobre las posibilidades futuras del acuerdo.
“El anuncio del presidente Trump significa claramente el fin del TPP. La retirada de Estados Unidos va a matar el acuerdo en su forma actual“, dijo a BBC Mundo Edward Alden, investigador Consejo de Relaciones Exteriores, con base en Nueva York.
“Es posible que los 11 países restantes puedan intentar juntarse y renegociar el acuerdo sin EE.UU., pero es muy poco probable. El TPP está muerto”, agregó el experto.
Alden resaltó que para muchos países el principal incentivo para participar en el TPP era acceder al mercado estadounidense, pero que ahora esa motivación ya no existe.
El TPP bajo otras formas
Pero los frutos de los siete años de negociaciones no están necesariamente condenados a perderse.
Según señaló Petri, el TPP representa un gran avance en comparación con las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), cuya última actualización completa se produjo en 1994.
“El TPP es varias cosas: crea un mejor acceso para que las economías asiáticas comercien entre ellas o para que Japón venda sus productos en México y viceversa. Es cierto que el premio mayor era el acceso al mercado estadounidense, pero hay más cosas. Por eso ahora se discute sobre la posibilidad de que haya países que sigan adelante con el TPP sin Estados Unidos”, dijo.
Acuerdos bilaterales
Petri también vislumbra la posibilidad de que el conjunto de normas acordadas dentro del TPP sean ahora volcadas en tratados bilaterales de comercio entre los países que participaron en la negociación.
“No hay otros acuerdos que sean tan sofisticados como es el TPP ahora. Estoy seguro de que el contenido y las reglas que se negociaron serán usados por los países para hacer acuerdos bilaterales. Tiene sentido para las naciones asiáticas y para algunas economías latinoamericanas adaptar este acuerdo para ayudarse en su integración.”, agregó el experto.