WASHINGTON. EE.UU. aseguró ayer que mantiene intactas sus intenciones de realizar maniobras conjuntas con las Fuerzas Armadas de Corea del Sur, pese al anuncio de la cumbre que sostendrán Seúl y Pyongyang en abril, y advirtió que la suspensión de los ensayos nucleares no es suficiente para sentarse a negociar.
“Al final de los Juegos Paralímpicos es simplemente natural que retomemos nuestros ejercicios. Los aliados deben prepararse juntos”, afirmó durante una conferencia con periodistas un alto funcionario del Gobierno de EE.UU., quien insistió en que no consideran suficiente el anuncio realizado por Corea del Norte de suspender sus ensayos nucleares.
Según confirmaron fuentes del Gobierno surcoreano a finales de febrero, EE.UU. y Corea del Sur tienen previsto realizar en abril estos ejercicios militares, que son realizados periódicamente pero que fueron suspendidos a principios de año con motivo de la llamada “Paz Olímpica”.
Ayer mismo el Gobierno de Kim Jong-un, tras anunciar la celebración de la cumbre, expresó su comprensión sobre la celebración de estas maniobras, a pesar de haber denunciado en numerosas ocasiones que estos ejercicios militares suponen una forma de presión sobre el país.
Además, también con motivo de la cumbre, Corea del Norte se ha comprometido a no emplear armas nucleares ni convencionales contra Corea del Sur y ha asegurado que suspenderá sus ensayos nucleares, los cuales han sido calificados de inaceptables por la Casa Blanca en numerosas ocasiones.
Sin embargo, el fin de estos ensayos no sería suficiente para que Estados Unidos acepte sentarse a la mesa de negociaciones, puesto que, según dijo el representante del Gobierno estadounidense, al mismo tiempo la industria norcoreana sigue produciendo de forma “masiva” cabezas y misiles nucleares.
De acuerdo con el representante del Gobierno estadounidense, es normal que EE.UU. mantenga cierto escepticismo con respecto a las intenciones del Gobierno norcoreano puesto que en numerosas ocasiones se han iniciado negociaciones que, según dijo, después no fueron respetadas por Corea del Norte.
“Tenemos que tener en mente los 27 años de historia de conversaciones con Corea del Norte, así como los 27 años en los que Corea del Norte ha violado todos los acuerdos. Corea del Norte se ha ganado nuestro escepticismo”, apuntó el funcionario.