Las autoridades estadounidenses deportaron este martes a Haití al antiguo líder del grupo paramilitar Frente para el Avance y el Progreso Haitiano (Fraph), Emmanuel “Toto” Constant, acusado y juzgado en rebeldía en el país caribeño por participar en 1994 en la matanza de 20 personas.
Constant lideró la Fraph, organización paramilitar de extrema derecha, durante la dictadura militar (1991-1994) que ostentó el poder en Haití tras el golpe de Estado que derrocó al presidente Jean Bertrand Aristide, y su deportación se produce después de cumplir 12 años de condena en el país norteamericano por varios delitos de fraude allí cometidos.
El exjefe de la Fraph abandonó Haití, donde estaba acusado de asesinatos, torturas y violaciones, después de que Aristide fuera restablecido en el Gobierno en 1994 mediante una invasión pacífica autorizada por las Naciones Unidas y llevada a cabo por una fuerza armada multinacional encabezada por los Estados Unidos.
En el año 2000, y tras reiteradas solicitudes a las autoridades estadounidenses para su deportación, Constant fue juzgado y condenado en rebeldía por el Tribunal Penal de Gonaïves en el juicio celebrado por la masacre de Raboteau.
Organizaciones de derechos humanos atribuyeron al Fraph muchos asesinatos y ataques perpetrados durante la dictadura militar contra civiles y partidarios del entonces presidente Aristide, derrocado por los militares.
A su llegada al Aeropuerto Internacional Toussaint Louverture, Constant fue recibido por las autoridades policiales y judiciales, incluidos los agentes de la Dirección Central de la Policía Judicial, que lo arrestaron de inmediato.
Un total de 25 personas llegaron deportadas desde Estados Unidos este martes, entre ellos Emmanuel “Toto” Constant, según indicó a Efe el director general de la Oficina Nacional de Migración, Jean Negot Bonheur.
El funcionario apuntó que los Estados Unidos “deportan a Haití dos tipos de personas, las que se encuentran en situación irregular y los exdelincuentes que han terminado de cumplir sus condenas” en el país norteamericano.
Según la sentencia emitida por el Tribunal el 16 de noviembre de 2000 y que reproduce este martes la prensa local, el líder del grupo paramilitar “pierde el goce y el ejercicio de sus derechos civiles” en aplicación de lo dispuesto en el artículo 369 del Código de Procedimiento Penal.
Así, una vez que reaparezca, deberá entregarse a la autoridad legítima o ser detenido por las autoridades policiales a efectos legales, recordaron desde la Asociación Internacional de Abogados (BAI) y la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (Rnddh).
Para un criminal como Emmanuel “Toto” Constant, un antiguo maestro en el arte de eludir a la justicia, tanto en los Estados Unidos como en Haití, era imperativa su captura por parte de la policía, según señalaron las dos organizaciones.