La mayoría de estados en EEUU prohíbe utilizar el teléfono móvil cuando se conduce, y no sólo para hacer llamadas, sino también para enviar mensajes. Durante años han organizado diversas campañas de concienciación pero, si lo que ahora proponen en Nueva York sale adelante, todavía irán un paso más allá: igual que hay tests de alcoholemia y de otras sustancias, quieren hacer un “test” al teléfono móvil para saber si el conductor lo ha estado usando o no.
Por ahora se trata de una propuesta que han hecho algunos legisladores de Nueva York y que todavía tendría que pasar por dos aprobaciones, además de la del propio Gobernador, antes de comenzar a funcionar. ¿Cómo funcionaría exactamente? La idea es que si alguien se ve implicado en un accidente, además de realizarse los tradicionales controles se añada este control electrónico.
Para ello utilizarán un “dispositivo de escaneo electrónico”, al que muchos han llamado ya Texalyzer por su parecido con Breathalyzer (alcoholímetro en inglés) y al que conectarán el móvil del conductor. Según lo establecido en el borrador, dicho dispositivo no tendría acceso a los contenidos del teléfono (entendiendo como tal los propios mensajes, imágenes, etc.) y únicamente podría ver si se ha utilizado recientemente o no.
¿Y la privacidad?
En la legislación propuesta sólo se contemplan este tipo de controles cuando el conductor en cuestión se ha visto involucrado en un accidente, y no en controles rutinarios. Sin embargo, de negarse éste a permitir que las autoridades analicen su smartphone, estaría vulnerando la ley y podría enfrentarse a multas importantes y pérdida del carnet de conducir.
Estos dos últimos puntos son importantes ya que el dispositivo ya está generandocuestiones sobre la privacidad. A fin de cuentas, es un policía (y no un juez) el que te ordenaría ceder temporalmente tu teléfono para análisis. Donna Lieberman, de la asociación American Civil Liberties Union, lo explicaba así al NY Times: “Esto realmente invita a la policía a requisar teléfonos sin justificación ni orden judicial”.
Sus defensores no lo ven así. Félix W. Ortiz, político demócrata y uno de los principales defensores de la ley, asegura que necesitan “algo oficial que pueda hacer que el comportamiento de la gente cambie” y cree que el Textalyzer puede ser la herramienta disuasoria perfecta: “la gente va a tener más miedo a la hora de coger con sus manos el teléfono”. Con el alcoholímetro funcionó, así que, según él, esto podría funcionar también.