La doctora Carol Escaño Núñez de Unión Médica asegura en la actualidad alrededor de 33 millones tienen la enfermedad.
Por Félix Parra
La infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) es una problemática a nivel mundial y es que desde el año 1981, cuando se registraron los primeros casos de un virus hasta ese momento desconocido, han sido millones las personas que han adquirido la enfermedad alrededor del mundo.
La doctora Carol Elizabeth Escaño Núñez de la clínica Unión Médica, explica que en la actualidad se mantiene un aproximado de 33 millones de infectados a pesar de los avances en el conocimiento y métodos de tratamiento de la infección.
“Nuestro país no escapa a esta realidad, siendo uno de los países de la región del Caribe con más alto número de infectados, estimándose para el 2014 un total de 69, 290 personas que viven con el VIH”, expresó.
En ese sentido la especialista dijo que el Virus de la Inmunodeficiencia Humana tiene varias formas de transmisión, siendo las principales el contacto sexual, durante embarazo, parto y lactancia, transfusiones de sangres y hemoderivados, utilización de agujas contaminadas, entre otras.
Una vez dentro del organismo el virus es capaz de reproducirse millones de veces por día destruyendo las células de defensa del organismo, las cuales no serán capaces de restablecerse en su totalidad a pesar del tratamiento.
“Es importante saber que mientras más temprano se realice el diagnóstico y se inicie el tratamiento adecuado, el sistema de defensa será menos afectado y por lo tanto el riesgo de adquirir enfermedades oportunistas (aquellas que se aprovechan del debilitamiento del sistema de defensa) y desarrollo de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), será menor”, precisó.
Manifestó que es importante que la población conozca sobre las medidas de prevención de la enfermedad, realice pruebas de VIH de manera periódica y que una vez conocido el diagnostico acuda en busca de asistencia médica.
La estigmatización y los prejuicios que ensombrecen esta enfermedad no deben limitar el acceso a la atención médica en el momento oportuno.
RESISTENCIA BACTERIANA:
Núñez destaca que la resistencia bacteriana, se refiere al desarrollo de mecanismos por parte de las bacterias que les permiten resistir el efecto de los antibióticos disponibles para su erradicación.
“En la última década estamos asistiendo al aumento del número de infecciones causadas por bacterias resistentes a múltiples fármacos, no solamente asociadas a la asistencia hospitalaria, sino adquirida en la comunidad”, subrayó.
Dice que estos microorganismos generalmente están implicados en infecciones graves, por lo que actualmente suponen un gran problema de salud pública mundial, por lo que ste aumento de resistencias antimicrobianas, unido al poco desarrollo de nuevos antibióticos hace que cada vez dispongamos de menos opciones terapéuticas para el tratamiento de dichas enfermedades infecciosas.
Manifestó que la resistencia antimicrobiana es una consecuencia directa del uso, y fundamentalmente del abuso, de antimicrobianos, por lo que el uso racional de antibióticos es una prioridad de todas las organizaciones sanitarias involucradas y de la población en general.
Explicó sin embargo este uso racional implica la utilización de los antimicrobianos sólo cuando esté indicado, es decir, para tratar infección bacteriana verdadera, y no por obtener una falsa sensación de seguridad.
Afirma que el uso debe dirigirse a erradicar el agente causante de la infección según la sensibilidad demostrada por éste, y con pautas terapéuticas correctas en cuanto a dosis, periodicidad y duración. Por ello, el diagnóstico etiológico correcto y realización de pruebas de sensibilidad antimicrobiana, mediante cultivos y antibiograma, permite limitar la prescripción incorrecta de antimicrobianos.
Entienden que cada vez más se hace necesaria la asistencia de personal médico entrenado en enfermedades infecciosas para el manejo adecuado de los antibióticos y de las enfermedades causadas por los diferentes microorganismos.