MADRID.- España retiró el permiso para vuelos de prueba a los aviones A400M de Airbus en fase de producción hasta que una investigación determine la causa del accidente que sufrió una de las aeronaves durante el fin de semana cerca de Sevilla, en el sur del país, y en el que murieron dos pilotos y dos ingenieros de vuelo.
Al anunciar la medida, el ministro de Defensa Pedro Morenés dijo el martes que deben tomarse todas las precauciones necesarias.
“No es buena idea que los aviones que están en estos momentos en fase de producción, y a punto de hacer pruebas, puedan volar sin saber qué es lo que realmente ha pasado en el avión (siniestrado)”, dijo a la emisora radial Onda Cero.
Morenés dijo que los permisos de vuelo fueron retirados temporalmente por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, lo que significa que los aviones que se encuentran en fase final de fabricación en Sevilla no podrán llevar a cabo vuelos de prueba.
Mediante un comunicado la empresa Airbus señaló que no puede decirse aún cómo afectará esa medida los calendarios de entrega de los aviones.
“Estamos trabajado cercanamente con las autoridades militares, así como con nuestros clientes, para manejar esta situación”, señala el comunicado.
Los controladores de vuelo españoles informaron en Twitter que los pilotos del avión se comunicaron justo antes de estrellarse para reportar una falla que estaba afectando el vuelo. Algunos medios citaron al representante del sindicato, Francisco Figueroa, quien declaró que al llevar al avión a un campo el piloto evitó que la aeronave cayera en un centro comercial o las fábricas cercanas.
“Al parecer el piloto hizo una maniobra para evitar que ocurrieran cosas peores”, dijo Morenés.
El ministro señaló que no contaba con detalles de la investigación sobre el desastre pero dijo que esas indagatorias son sumamente complicadas. Señaló que se tomarían en cuenta factores tanto humanos como tecnológicos pero agregó que la posible maniobra del piloto para evitar un accidente de mayor gravedad podría dar pistas de qué sucedió realmente.
Las autoridades de Andalucía, donde se encuentra Sevilla, dijeron que la juez a cargo de la investigación, Ana Rosa Curra, dictó una orden de secrecía sobre las indagatorias en secreto, lo que significa que no se dará a conocer detalles de éstas.