SANTO DOMINGO.- El director ejecutivo de Casa Abierta se mostró hoy escandalizado ante las implicaciones del caso de la Dirección Central Antinarcóticos de la Policía, cuyo director y otros ocho subalternos y fiscales fueron enviados a prisión por conservar y negociar drogas que habían decomisado.
“Lo que está sucediendo en nuestro país con el tema de las drogas es una gravedad inimaginable. Una vez más se evidencia que la seudo política de guerra contra las drogas que se aplica solo genera violencia, corrupción, abusos de autoridad, entre muchas otras consecuencias negativas”, dijo Juan Raddamés de la Rosa Hidalgo, en un artículo que envió a este medio.
Agregó: “Para una sociedad es terrible la certeza de que quienes están para protegerles se conviertan en sus principales explotadores, extorsionadores, y verdugos. Policías honestos se nos acercan para hablar de su vergüenza ante lo que ven. ¿Qué es lo que se espera para hacer frente a esta agobiante realidad? ¿Vamos a seguir haciendo alardes inútiles, mientras nuestra sociedad es abatida por el negocio y la corrupción de las drogas?”.
Según De la Rosa, la reciente aparición del caso de corrupción por temas de drogas de la DICAN agudiza la desconfianza que tiene la población dominicana en las autoridades del estado, que con estas acciones tiran por el suelo su rol y responsabilidad de perseguir la justicia y proteger a los ciudadanos de los actos de corrupción, y, por el contrario, se convierten las mismas autoridades en protagonistas de estos actos delictivos.
“La sociedad en general se ha pronunciado en reclamo de todo lo que evidencia este descubrimiento lamentable, dejando claro que si altos mandos de nuestro país se ven involucrados en casos de esta magnitud, la situación de nuestros barrios no podría siquiera ser descrita”. Dijo el también psicólogo.
El director de la organización, que trabaja en el área de rehabilitación, destacó que la podredumbre es tal que recibe denuncias en las que queda más que claro que la situación en los estratos más bajos de la sociedad no es menos lamentable: jóvenes apresados por las autoridades con el objetivo de crear expedientes falsos con casos de drogas, familias pobres sometidas a este chantaje y obligadas a responder económicamente a las autoridades abusivas para detener la situación.
“La sociedad dominicana pide a gritos a las autoridades que fomenten la confianza, destacándose por buenas acciones que aporten a una mejor calidad de vida, dentro de lo que, por supuesto, se debe incluir el trabajo arduo contra la corrupción y delincuencia del país”, concluyó.
