La Conferencia del Episcopado Dominicano condenó el clientelismo como forma de enriquecimiento o de levantarse un trono en la historia que promueve el liderazgo político dominicano y les exhortó a seguir las huellas de Juan Pablo Duarte como hombre de fe y político auténtico.
En su carta Pastoral con motivo al Día de la Independencia y el Vicentenario del natalicio de Duarte, el máximo organismo de la Iglesia dominicana sostiene que para Duarte, la política es la ciencia más pura y más digna, la practicó con humildad y la vivió como un servicio al bien común.
Expresa que ciudadanos, todos somos políticos, porque formamos parte de la ciudad. Somos compromisarios en el servicio.
“ Como Juan Pablo Duarte debemos soñar más en el bien común; cultivar más la vocación de servicio en la sociedad y pensar menos en el lucro personal o de unos pocos.”
Expresó su felicitación a los hombres y mujeres que incursionan en la política renunciando a beneficios personales y se sacrifican por el bien de todos.
Pero expresa su lamento de los tantos que sin ideales nobles, se aprovechan de la cosa pública y de la malversación de los fondos del Estado.
“Felicitamos también a tantas instituciones en el país que cultivan el espíritu de servicio en nuestro pueblo a través de clubes, asociaciones, fundaciones y voluntariados. En este orden, nos regocijamos con los esfuerzos propuestos a favor de la educación. Saludamos la Campaña de Alfabetización iniciada por el gobierno nacional, que será uno de los mejores homenajes en el Bicentenario del Padre de la Patria. Abramos cada vez más las puertas de la educación formal a dominicanas y a dominicanos privados por la pobreza.”
En su carta pastoral, la Iglesia católica pide celebrar el Bicentenario del nacimiento del Padre de la Patria, como pastores de la Iglesia les invitamos a fijarse en Duarte como modelo de ciudadano y de cristiano.
Recuerda que la Independencia nacional fue obra de amigos. La noche del 16 de julio eran nueve jóvenes los que encabezaban aquél movimiento independentista, entre ellos Duarte. “Todos amigos, amigos todos”. Juan Pablo Duarte tenía 25 años, sólo Benito le sobrepasaba con dos años. Pero eso no significa inexperiencia, sino todo lo contrario, significó voluntad de hierro, siempre para obrar bien, a favor de la patria y del pueblo. Y, en sentido general, no claudicaron, sino que se mantuvieron “firmes en los principios independentistas y democráticos”. No olvidemos que su Juramento Trinitario fue firmado con la sangre de cada compromisario.
De igual forma, señala que la patria debe cuidar de la esmerada educación de la niñez pero debe confiar y acoger la energía juvenil en la búsqueda de solución a nuestros problemas. Nos preocupa en especial la realidad de la que están siendo víctima tantos jóvenes atrapados por la violencia, el narcotráfico y la falta de una política estatal bien definida en el manejo del orden público y la seguridad ciudadana. Aunemos todos los esfuerzos que sean necesarios para rescatar, proyectar y formar a nuestros jóvenes en los valores que vivió el Padre de la Patria. Brindémosles las oportunidades que les permitan salir de la marginalidad y la pobreza.