PARIS, Francia.- “La epidemia de Covid-19 está en vías de desaparecer y no se ve en ninguna parte una segunda ola”.
Esta categórica afirmación ha sido hecha, sin que nadie la haya rebatido con argumentos sólidos, por Didier Raoult , el médico francés que causa polémica por defender la hidroxicloroquina como tratamiento contra el coronavirus pese a que ningún país todavía lo utiliza de manera oficial y a que su efectividad no pudo ser comprobada de manera científica.
En una entrevista del canal oficial de YouTube del Instituto y Hospital Universitario que preside, Mediterranée Infection, explicó que “no habrá sino casos esporádicos, que aparecerán aquí o allá.
“Eventualmente si alguien está enfermo, contagiará a personas a su alrededor pero ese contagio no se traducirá en una dinámica epidémica”. dijo el científic, quien además es miembro del comité científico que asesora al gobierno de Emmanuel Macron.
“En Marsella estamos viendo que está por desaparecer, con un solo caso ayer detectado, a pesar de que hemos testeado 2000 casos. La hidroxicloroquina disminuye la portación viral . En España e Italia está la misma tendencia”, explicó Raoult sobre los países cuya curva de contagios ha bajado por lo que han comenzado a flexibilizar sus cuarentenas.
“Hay que esperar lamentablemente que haya muchas muertes entre quienes hoy están en terapia intensiva. Estamos viendo que en todos lados que este episodio está en tren de resolverse. Esta epidemia está en vías de desaparecer”, dijo.
Sobre el tratamiento con hidroxicloroquina
Raoult habló de los beneficios de su tratamiento con hidroxicloroquina y explicó que la comunidad científica “debe sanar a las personas”, y que sanar no es decirle a las personas que se queden en su casa.
“Este miedo por la epidemia, que lo ha invadido todo, no debe finalizar con el reemplazo de lo que es la medicina habitual. Hay que sanar a la gente, no dejarlos en la casa. Si uno sana a la gente, aún si no tiene los medicamentos precisos que permite matar el virus, el enfermo irá mejor al final y habrá menos muertos. La tasa de mortalidad en nuestro instituto fue del 0,8 por ciento”, explicó.