Gran emoción se vivió anoche en la Sala Carlos Piantini, del Teatro Nacional, con la entrega del Premio Nacional de Literatura 2017 al prolífico ensayista, periodista y maestro de la lengua, Federico Henríquez Gratereaux.
El Premio Nacional de Literatura adjudicado por el Ministerio de Cultura y la Fundación Corripio, con la integración este año de la Academia Dominicana de la Lengua tiene una dotación de un millón de pesos.
La sala principal de ese egregio escenario contó con una nutrida presencia de escritores, académicos, estudiantes y figuras de la vida cultural dominicana.
El ministro de Cultura, Pedro Vergés, al pronunciar un discurso emotivo, valoró la adjudicación del galardón.
Dijo que Federico Henríquez Gratereaux merece como muchos, y más que muchos, recibirlo, por su estatura intelectual y de ser un gran dominicano a carta cabal.
Indicó que en esta ocasión el Ministerio de Cultura y la Fundación Corripio hicieron una mejor convocatoria, y enriquecieron la conformación del jurado con la incorporación de la Academia Dominicana de la Lengua.
“También hemos especificado con más precisión la forma de su funcionamiento, que nos permite ahora tener una participación directa en la decisión final de los rectores de cada una de las universidades”.
Vergés explicó que en el Ministerio de Cultura son conscientes de la responsabilidad que constituye la aplicación de las políticas públicas, y por consiguiente, extremadamente conscientes de sus más mínimos detalles.
De su lado el asesor de la Fundación Corripio, el cuentista José Alcántara Almánzar, significó la satisfacción de esa entidad al entregar lo que constituye el máximo galardón de las letras nacionales a un escritor de la estatura de Henríquez Gratereaux. Del premiado, refirió que se trata de un intelectual de múltiples facetas, con una vida consagrada a la literatura y el periodismo, lo que lo forja como un autor de altos kilates.
“Estoy seguro de que este importante galardón dará nuevas motivaciones a Federico Henríquez Gratereaux para continuar; lanza en ristre, la indagación de nuestras esencias”, dijo.
En ese contexto, la filóloga, miembro de la Academia Dominicana de la Lengua, María José Rincón, hizo una semblanza del autor de La Feria de las Ideas, Un Ciclón en una botella, y otras obras fundamentales de la literatura del siglo XX.
Resaltó que Henríquez Gratereaux no es un hombre de una pieza. “Para seguir los pasos de las vividuras de nuestro Premio Nacional de Literatura hay que hacerlo como él lo enseña día a día en sus reseñas en sus artículos, desde la respiración”, puntualizó al referirse a la acostumbrada y cotidiana columna que el intelectual escribe de lunes a sábado en el periódico Hoy, “A todo pulmón”.