En medio de desorden organizado en que ha caído en tránsito en Santiago los desaprensivos del volante no respetan ni los semáforos en rojo.
La AutoridadMetropolitanadel Transporte (AMET), sencillamente no existe, no funciona, abandonó las calles a la suerte de cada uno.
El desorden no puede ser peor. De colmo una gran cantidad de semáforos no funcionan o por interrupciones en el servicio energético o porque se le queman las bombillas o se avería el sistema que opera.
Peor no puede ser. Pero las vidas de todos nosotros. Transeúntes, conductores, pasajeros y hasta del que duerme en su casa puede estar bajo peligro por una irresponsabilidad así.
No se observa un AMET en la calle. No sabemos si tomaron unas vacaciones colectivas o aplicaron una reducción drástica personal. Lo cierto es que Santiago está manga por hombro y no aparece quien se encargue de ayudar a cumplir las leyes del tránsito.
Desaprensivos al volante
Lo más preocupante de la situación es que una gran cantidad de desaprensivos se han apoderado de las calles. Ya le cuento que no son capaces de respetar ni los semáforos en rojo.
Mucho menos van a respetar las reglas respeto a los carriles de vía rápida, carriles de giros a la derecha, y otras reglas elementales para conducir un vehículo por las calles.
Parece ser que se han repartido licencias de conducir al por mayor y al detalle a gente que nunca han montado ni si quiera un burro en los callejos y caminos reales de los campos.
Prepotentes y agresivos
De tan mala suerte para nosotros que son impetuosos y agresivos. Se detienen hablar o a esperar un pasajero, a sus acompañantes o sencillamente a meditar.
Normalmente andan “armados, bebidos y con cuarto” para imponer sus reglas contra la sociedad indefensa.
Una sociedad que parece está en muy malas manos u esas manos tienen problemas para aplicar las leyes. El desorden está llegando a los límites y hay que hacer algo para frenarlo.
Aunque sea desde nuestras humildes tribunas, algo debemos hacer para halar las greñas a los de AMET y a los que mandan los Amet.
Día del Medio Ambiente
El Día del Medio Ambiente captó mucha atención y se realizaron múltiples actividades en todo el país.
Ojala no sean simple poses y mercadeo ecológico. Los problemas de contaminación y las agresiones a la madre naturaleza son bastante preocupante.
Es hora de pensar en uso casi irracional que hacemos de los recursos que nos proporciona el planeta, muchos de ellos no renovables.
Unas cuantas personas no pueden seguirse haciendo millonarios a costa de la seguridad y la salud de los demás o comprometiendo el futuro de todos, sobretodo de las futuras generaciones.
Abogamos por una conciencia real porque los dominicanos acostumbramos a actuar por modas, por simples estrategias de marketing y se concluye con mucha espuma y poco chocolate.
Es decir que cuando se va al fondo de la realidad los esfuerzos se quedan en los medios de comunicación y lo que se muestra, pero debajo de eso las soluciones y correcciones no aparecen.