Sin electricidad eficaz es imposible el desarrollo. El mayor fracaso de la receta del Consenso de Washington y de los funcionarios que lo apadrinaron, ha sido la privatización del sector eléctrico. Los terribles resultados demuestran que los monopolios públicos o privados causan ineficiencias. La adecuada competitividad produce la eficacia deseada.
En el país los gobiernos no han priorizado la electricidad, conllevando a su agravamiento. Las autoridades, con una visión limitada, han insistido en que la causa básica es el cobro. De ser correcto ese criterio, supongamos que se cobre el total de la energía suministrada, ¿terminarían los apagones? ¿Disminuiría la tarifa convirtiéndose en competitiva? ¿Aumentaría la capacidad en el suministro?
El ámbito financiero trata de ingresos y gastos. Cuando los primeros son inferiores resulta un faltante, por lo que se realizan esfuerzos continuos para aumentar los cobros, olvidando que también es posible resolver el faltante disminuyendo los gastos debido a la existencia de sobre costos en los mismos.
Por ejemplo, los montos facturados por las generadoras a las distribuidoras por energía suministrada contienen pagos adicionales por el combustible. En este sentido, recomendamos que el Estado suministre el combustible a las generadoras. De igual modo, algunas generadoras tienen capacidad disponible menor que la contratada, que es por la que se les paga. Proponemos pagar por la capacidad disponible. También, varias generadoras no tienen la capacidad disponible para cumplir con el contrato, y compran energía en el mercado libre a menor precio y la venden a las distribuidoras a mayor precio. Se recomienda que la CDEE sea la única compradora de la energía producida. Realizando estos ajustes se obtienen importante reducciones de costos en el buscado equilibrio entre ingresos y gastos.
El subsector de generación esta compuesto por la capacidad de generación instalada y la capacidad de generación requerida para satisfacer adecuadamente la demanda. La primera nominalmente dispone de 3000 mw pero disponible 1325 mw. Las causas de estas diferencias son; plantas obsoletas, escaso mantenimiento, uso de combustibles de altos costos y ausencia de inversión en nuevas plantas. Estos 1325 mw de capacidad disponible instalada comparada con 3100 mw capacidad de generación requerida para satisfacer la demanda plantea una diferencia de 1775 mw, que es el faltante en la generación eléctrica. En consecuencia, para satisfacer adecuadamente la demanda es necesario más que duplicar la produccion de electricidad actual.
La Fundación de Desarrollo Estratégico Dominicano en su Proyecto de Nación 2013-2033, propone tres vertientes de soluciones: propuestas de corto plazo, plan de expansión y financiamiento, y fortalecimiento institucional. En el corto plazo recomendamos hacer ajustes en el sistema para aumentar sustancialmente los cobros, conseguir plantas con potencia de 300 mw que operen con gas natural o carbón, hacer la conversión de Cogentrix para que use gas natural (de menor precio) en lugar de gasoil, construir el gasoducto para trasportar el gas natural de Boca Chica a la central en San Pedro de Macorís, y hacer lo mismo, con respecto al combustible, con Haina e Itabo.
Sin olvidar los cobros, la transmisión y distribución, los problemas básicos están en la generación. Como solución definitiva a partir del 2016 recomendamos un Plan de Expansión, compuesto por 8 plantas de 300 mw, complementadas por las hidroeléctricas y las fuentes de energías renovables.
Con relación al financiamiento proponemos referir los concursos a empresas de países que disponen de créditos. Para la administración de las centrales proponemos la contratación de compañías internacionales, conservando el personal nacional para las funciones operativas.
Es conveniente proseguir hacia un ordenamiento más vertical del sistema, en el cual el Estado tenga mayor participación, sin lesionar los intereses privados. El Estado cumpliría con las funciones de regulación y fungiría como organizador social para que la electricidad se convierta en factor catalizador de la competitividad de la producción nacional.