Las encuestas que se publican en el país, y las que no se publican, pero que muchos sectores la tienen como forma de manejar información de primera mano y confidencial, revelan detalles interesantes.
Claro está que los más perjudicados o desfavorecidos ponen en dudas, de manera pública la veracidad de estas, pero lo que está a la vista no necesita espejuelos y, que todo el mundo aprecia de la realidad nacional.
Hay dos realidades en perspectivas. Las encuestas la revelan, pero no son realidades de las encuestas, son dos caras de una de un panorama construido de múltiples facetas que se han desarrollado a lo largo de los últimos cuatro años.
Si pone una piedra en un lugar determinado, solo será una piedra, pero su va agregando y sumando unas tras otras en el transcurrir de los días, habrá levantado un gran muro, o al menos una gran barrera, al cabo de unos años.
Eso es lo que ha pasado en el país a lo largo de estos cuatro años, en que se ha redefinido un panorama político y electoral con una nueva realidad.
Usted pueda verla con un cristal del color que quiera, pero esa realidad no le cambiara y se si la ignora se va a estrellar contra ese gran muro o esa barrera de piedra levantada en estos cuatro año.
Danilo Medina
El Presidente Danilo Medina es una realidad tangente, no solo por ser un gobernante, sino porque ha puesto los cimientos de un nuevo modelo político, que si bien no se ha definido se contrapone y se diferencia claramente del anterior o si se quiere de los anteriores.
No cabe dudas, que el gobierno de Medina tiene características propias que lo deferencias y los contraponen a los del ex Presidente Fernández.
Cuáles aspectos, solo le citaré unos cuantos, pero suficientes para marcar esa diferencia.
El 4% por cientos en la educación y la alfebetización de adultos apuntan a un modelo que prioriza los recursos humanos. Las naciones no se desarrollan sino lo hacen sus recursos humanos.
Agregue a eso, la priorización sobre las pymes, los pequeños préstamos productores y las obras sorteadas para profesionales.
Otro punto fundamental son los esfuerzos por garantizar una mayor transparencia en el ejercicio del Estado. No se puede negar de algunos hechos, o escándalos, pero han estado pero de las magnitudes que estábamos acostumbrados.
Tal vez haya faltado esfuerzos en la lucha contra la corrupción, pero es en la justicia, sobre todo en los jueces, donde ha faltado la mayor voluntad.
Otra realidad de las encuestas
Otra realidad de las encuestas es que al Partido Reformista el gallo se le disuelve en su propio caldo como consecuencia de sus propios errores y ambiciones personales y grupales.
La misma realidad pase con el PRD, que de un 47 por ciento ha caído niveles alarmante, pero insignificantes desde el punto de vista político y electoral.
Pero esto ocurre en medio de una división cuyo impacto todos conocen y donde el grueso de su liderazgo ha formado un partido aparte.
Súmele a eso, un partido que ha ido perdiendo su identidad, que no ha influido en ningún hecho importante para la sociedad y que de nada ha opinado. Es decir de un Partido que se margina de la sociedad y de las decisiones del diario vivir.
Siempre habrá oposición
Siempre habrá oposición política en toda sociedad. Si alguien renuncia o no asume ese papel se puede producir un vacío momentáneo, pero alguien la va asumir y el pueblo la va a identificar de manera indefectible.
Eso es lo que ha pasado en el caso dominicano. Como el PRD dejó de asumir su rol como opositor, vino el vacío y en medio de un panorama todavía difuso, en formación, tres sectores la han ido asumiendo, Guillermo Moreno, un sector del propio PLD y el PRM.
Lo interesante y curioso es, que no solo ha surgido una especie oposición interna dentro del PLD, que es natural, sino un amplia faja de la población asume un rechazo al sector Leonel Fernández como una aprobación a gestión de Danilo Medina.
Es decir, ha surgido una nueva categoría electoral en el país, el anti leonelismo es lo que impulsa la popularidad del Presidente Medina, en otros escenarios, las del PRM y la de Guillermo Moreno, cuando se cambian los escenarios en función de esas dos caras electorales de la realidad dominicana.