A pesar de la estrechez de muchas de sus calles y el acelerado crecimiento del parque vehicular, en Santiago existen talleres y negocios que ocupan las aceras y parte de las vías, impidiendo el libre tránsito de los peatones.
Esos obstáculos que debieran ser evitados por las autoridades municipales, obligan a los transeúntes a bajar a las congestionadas calles, exponiéndose a ser impactado por conductores temerarios que en su afán de avanzar, no ceden el pasado a nadie.
Tanto los agentes del INTRANT, como las autoridades municipales están obligado a garantizar el libre tránsito de los peatones, pero sin embargo aún permiten que dueños de negocios, entre ellos tiendas, talleres, puestos de ventas de neumáticos, entre otros obstaculicen dicho espacio.
Este problema en los últimos años se extiende desde las arterias comerciales hacia muchos barrios, donde residentes en casas que no disponen de marquesinas, utilizan las calles como estacionamiento o garaje, muchas veces estacionando de ambos lados de las vías.
Otros en interés de habilitar marquesinas, en sus pequeñas viviendas, toman espacio de las aceras para parquear sus vehículos sin tomar en cuenta el derecho que tiene el peatón, de transitar por las aceras.
Lo cierto es que se hace necesario que las autoridades municipales asuman su compromiso de ordenamiento en las calles y avenidas, para obligar aquellos que violan la Ley, tengan que cumplir con la misma.
Para citar ejemplo en el caso de los talleres, desde hace varios años en el puente de la avenida Salvador Estrella Sadhalá, próximo al semáforo de la doble vía, de la Villa Olímpica, en la zona Sur de la ciudad, opera un taller, donde permanecen estacionados alrededor de siete chatarras de vehículos.
Al frente de este lateral, también opera un puesto de ventas de neumáticos y un pequeño taller de refrigeración, que también ocupan parte de las aceras, de esa vía que permanece congestionadas por el alto volumen de vehículos que transitan por allí.
En el caso de los puestos de reparación de neumáticos, son muy comunes en las avenidas 27 de febrero y en la propia Estrella Sadhalá, en las inmediaciones del sector de Los Ciruelitos y la antigua rotonda del ensanche Libertad.