La forma en que la ciencia se va desarrollando se puede deber a muchos factores, y sin lugar a dudas es en la actualidad donde más avance se ha tenido en diversos campos gracias a la tecnología, la cual a su vez se ve beneficiada del progreso de la ciencia.
Las supercomputadoras son una parte esencial de ello gracias a su facilidad para realizar complejos y largos cálculos, por lo que debemos de tener presente su importancia, influencia y capacidad que tienen.
Definiendo el terreno
Las supercomputadoras (o superordenadores) son, en términos muy vulgares y simples, varias computadoras (o CPUs para ser más específicos) unidas para trabajar en conjunto, de forma que puedan compartir y usar sus recursos al mismo tiempo, lo cual va permitiendo tener más poder del que poseerían en solitario.
Este alto nivel de procesamiento les permite ser miles de veces más poderosas que una computadora común y corriente, por lo que se utilizan para realizar cálculos complejos y aplicados a la ciencia como puede ser la mecánica cuántica, investigación y predicción del clima, simulaciones físicas, operaciones matemáticas, etc.
Para tener una forma de medir este poder se utilzian los FLOPS, una unidad que determina el número de operaciones de punto flotante por segundo que puede realizar. Para darnos una idea, la supercomputadora de los años 90s “Deep Blue” (quien le ganaría en ajedrez a Garry Kasparov) tenía un poder de 11.38 gigaflops, mientras que un Galaxy S5 cuenta con 142 gigaflops.
Esto no quiere decir que con nuestro smartphone o laptop vamos a lanzar un cohete a la Luna o hacer investigaciones científicas, ya que la forma en que sus componentes están dispuestos y programados es muy diferente, pero si hablamos de poder crudo podríamos decir que tenemos una vieja supercomputadora en el bolsillo.
Actualmente los superodenadores pueden alcanzar un poder de 93 petaflops o más, y gracias a ello, la ciencia puede lograr más descubrimientos; como hemos visto, México no es ajeno al caso y por ello es que hemos recopilado las siete supercomptutadoras más poderosas de nuestro país.
Kan Balam
La supercomputadora que lleva el nombre del matemático maya fue hecha por HP en el 2007 para la Universidad Nacional Autónoma de México, siendo utilizada en el edificio de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación (DGTIC).
Este equipo cuenta con 1,368 procesadores AMD Opteron de 2.6 GHz, 3,016 GB de memoria RAM y 160 TB de almacenamiento, lo que le permite un procesamiento de 7 teraflops. Su sistema operativo es GNU/Linux y tiene como función estudiar los sismos silenciosos así como otros estudios científicos.
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Aitzaloa
Durante el 2008 se estrenó este superordenador de la Universidad Autónoma Metropolitana y se llegó a conocer como el más potente de América Latina gracias a que contaba con 2,160 núcleos en procesadores Intel Xeon E5272 QuadCore y 100TB de almacenamiento.
Esto le permitía realizar un procesamiento de 18 teraflops y se colocaba como la número 226 de las 500 supercomputadoras más potentes del mundo en su momento.
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Atócatl
Instalada durante el 2011 en el Instituto de Astronomía de la UNAM, este “pulpo de cientos de cerebros” es un equipo híbrido que cuenta con que son utilizados para el estudio del universo mediante simulaciones, además de haber ayudado al Posgrado de Astrofísica.
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Abacus
Comparada con las características de un equipo de la NASA, la ABACUS fue adquirida por el Cinestav en el 2014 y se encontraba entre las 150 más rápidas de ese año. Con procesadores Intel Xeon E5, el equipo cuenta con 8,904 núcleos, además de 100 GPU K40 de Nvidia, junto con 1.2 Petabytes de almacenamiento y 40TB de memoria RAM el equipo es capaz de alcanzar los 400 Teraflops.
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Miztli
Este HP Cluster Platform 3000SL inició operaciones en el 2013 dentro de la Dirección de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación en la UNAM contando con 5,312 núcleos Intel E5-2670, 16 tarjetas NVIDIA m2090, RAM de 15,000 GB, almacenamiento de 750 TB y con sistema operativo Scientific Linux RedHat Enterprise.
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Yoltla
El “semillero del saber” instalada en el 2014 le pertenece la UAM campus Iztapalapa. Este superordenador tiene como sistema operativo Centos Linux y cuenta con un poder de 4,920 núcleos de procesamiento, 6,912 GB de memoria RAM, y un almacenamiento de 70TB lo cual le permite alcanzar un pico de 45 teraflops.
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Xiuhcoatl
La serpiente de fuego es un equipo híbrido estrenado en el 2012 por el Centro de Investigación y Esdusios Avanzados. Se apuntaba como la más grande e importante del país con un procesamiento de alrededor de 50 teraflops, y que en conjunto con Kan Balam y Aitzaloa mediante una conexión de fibra óptica podía sumar 7 mil núcleos y alcanzar un poder de hasta 300 teraflops.
Actualmente, este clúster cuenta con 11,032 GB de RAM, 60 TB de almacenamiento, 4,724 núcleos en CPU y 374,144 en GPU, lo que resulta en un procesamiento teórico de 250 teraflops. Además, los nodos de Kan Balam y Aitzaloa han sido relevados por Miztli y Yoltla respectivamente.