La ONU estima que todavía hay 200.000 personas en las zonas montañosas del departamento Sud, en la región suroeste de Haití gravemente afectada por el huracán Matthew, a las que no llega la ayuda humanitaria por las dificultades de acceso.
“Hay aproximadamente 200.000 personas a las que tenemos, por el momento, una enorme dificultad para acceder”, declaró el representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Haití, Jean-Luc Poncelet.
Los dos departamentos del suroeste de Haití, Grande-Anse y Sud, fueron barridos por el poderoso huracán, que afectó a dos millones de personas, de las cuales 1,4 millones necesitan ayuda vital inmediata, y dejó más de medio millar de muertos.
Ya antes del huracán llegar a ambos departamentos implicaba ciertas dificultades, pero las inundaciones que siguieron han hecho que el acceso por carretera y hasta en helicóptero sea extremadamente complicado.
Las zonas más inaccesibles se ubican en las alturas, mientras que los suministros a las áreas de litoral se realizan por vía marítima.
Poncelet señaló que de los 102 hospitales y establecimientos de salud de todo tipo que había en Grande-Anse y Sud, 36 están fuera de funcionamiento, y en varios casos se desconoce su estado porque no se ha podido llegar a ellos para evaluarlos.
A las dificultades logísticas se suman los problemas de seguridad, indicó Poncelet.
Precisó que hay riesgos de que la población ataque los convoyes de ayuda para saquearlos, sin importar si transportan alimentos u otros productos esenciales, por lo cual se ha establecido un sistema de protección especial para ellos.
Una de las grandes preocupaciones es la epidemia de cólera que había resurgido antes del huracán, con más de 28.000 casos reportados desde inicios de año y hasta que ocurrió el desastre natural.
Se teme que la prevalencia de esta enfermedad pueda aumentar en breve a niveles catastróficos ante el escaso acceso al agua potable y a servicios de saneamiento.