CHOLUTECA, Honduras. Los efectos del cambio climático en el sur de Honduras se ven reflejados ya sea en tiempo de sequía o de invierno, al grado de que para sus pobladores es malo si llueve poco o mucho.
Si llueve poco, los efectos de la sequía obligan a drásticos racionamientos de agua potable para varios municipios del departamento de Choluteca, principalmente su ciudad cabecera, del mismo nombre, y la más importante de la zona.
La otra cara de la misma moneda es cuando llueve mucho, ya que las aguas del principal río que abastece a la zona, el Choluteca, corren a desembocar al mar causando mucho daño a su paso como severas inundaciones y la destrucción de cultivos agrícolas, entre otros sectores productivos.
La destrucción del bosque, un problema que afecta a todo el país centroamericano, es una de las causas para que la zona sur de Honduras, conformada por los departamentos de Choluteca y Valle, sufra mucho durante la estación seca, lo mismo que en invierno.
Una buena parte del departamento de Valle no sufre tanto los efectos de la sequía, ya que cuenta con una represa que, además de generar energía eléctrica y agua potable, sirve para la producción agrícola, ganadera e industrial.
En el caso de la ciudad de Choluteca, con una población de unos 190.000 habitantes, sufre racionamientos de agua en todo tiempo, aunque en invierno, cuando el río baja muy contaminado de sólidos, es un poco menos, dijo a Efe el gerente de la empresa Aguas de Choluteca, Anis Kafati.
“En invierno, el agua superficial del río Choluteca viene muy contaminada de sólidos, lodo, de todo, pero nosotros tenemos las técnicas y máquinas especializadas para tratarlas. Son tres plantas de tratamiento de cien litros por segundo cada una”, indicó Kafati, profesional de la ingeniería.
Añadió que a raíz de la poca disponibilidad para la ciudad, en verano hay habitantes que reciben el líquido cada siete días, y en casos extremos derivados de otros problemas como falta de electricidad o poca agua en los pozos subterráneos que se utilizan, la pueden tener cada diez, doce o catorce días.
“Una ciudad con una familia que recibe agua dos veces al mes, ya es un problema crítico. Aquí se da eso”, enfatizó Kafati.
Aguas de Choluteca es una sociedad anónima de capital variable compuesta por cinco socios, de los que la Alcaldía de Choluteca posee el 96 % de las acciones.
El 4 % restante son empresas de la zona como la Cooperativa Guadalupe, la Cámara de Comercio del Sur, la Asociación de Pequeños y Medianos Industriales de Honduras y el Club de Leones.
Kafati dijo que la autoridad local tiene que cubrir las necesidades de agua de al menos 125.000 de los 190.000 habitantes de la ciudad de Choluteca.
Además, señaló que todas las urbanizaciones que están en la periferia de la ciudad son de alto coste y tienen sus propias bombas y pozos, incluso sistema de alcantarillado sanitario y planta de tratamiento de aguas residuales.
“Las fuentes nuestras se están agotando, usted ve el cambio climático debido a la exagerada producción de gases, que la capa de ozono se nos está deteriorando. El efecto de gases invernadero, todo lo que ha hecho es aumentar la temperatura, ha generado fenómenos como El Niño y La Niña”, enfatizó Kafati.
El reto de las autoridades, según Kafati, es abastecer de agua a la ciudad, la que es cruzada por dos ríos, pero solamente se pueden utilizar las del Choluteca, ya que las del segundo, el Sampile, están contaminadas con residuos mineros.
Kafati coincide con autoridades locales y productores agrícolas y ganaderos de Choluteca en que la solución al problema de agua que enfrenta la zona es la construcción de una represa a la altura de la comunidad de Morolica.
“Hay un sitio ideal en Morolica (…) que tiene condiciones ideales para hacer una gran represa, que es el sueño de todos los sureños”, expresó Kafati, quien valoró la importancia que tiene para el vecino departamento de Valle la represa de la que dispone.
Si se construye la represa en Morolica, sobre lo que ya hay estudios, en el sur se terminan sus problemas de agua potable, de energía eléctrica, de inundaciones y hasta de riego, apostilló.