Uno de los dueños de la empresa JBS, que colabora con la justicia en investigaciones de corrupción, confesó que ese grupo le paga sobornos al presidente brasileño, Michel Temer, desde 2010, según documentos difundidos hoy por la Corte Suprema.
Los testimonios de Joesley Batista fueron dados en el marco de un acuerdo de cooperación judicial y refuerzan el terremoto político causado por unos audios divulgados por el tribunal, que comprometen a Temer y este jueves lo llevaron a dirigirse a la nación para asegurar que no renunciará, pese a las crecientes presiones.
Sobre la base de esos audios y la totalidad de la confesión de Batista, uno de los dueños del gigante cárnico JBS, la Corte Suprema abrió una investigación formal contra Temer, quien pudiera ser desalojado del poder si se instaura un proceso penal en su contra, lo cual debería ser avalado por el Parlamento.
Los audios, difundidos el jueves, causaron un terremoto político y fueron grabados por Batista durante una visita que le hizo a Temer en la residencia oficial de la Presidencia el pasado abril.
En ellos se le escucha relatando diversas irregularidades, como que busca “favores” para su empresa en algunos ministerios, que está en contacto con fiscales que le informan sobre investigaciones o que soborna a un exdiputado preso por corrupción y cercano al gobernante para que no colabore con la justicia.
Ante todo eso, Temer asiente o simplemente escucha sin mayores comentarios, lo cual ha sido interpretado por analistas jurídicos como un explícito apoyo a acciones al margen de la ley.
A esas ya explosivas revelaciones, que han llevado a partidos de la propia base de Temer a exigir su renuncia, se sumaron hoy los documentos revelados por la Corte, en los que Batista confiesa que le paga coimas al mandatario desde 2010, cuando ambos se conocieron.
Según uno de los documentos, catalogado como “Anexo 9”, entre 2010 y 2011 Batista dice que hasta le pagó una “mesada” de 100.000 reales (hoy unos 29.500 dólares) a cambio de diversos “favores” en el Ministerio de Agricultura, y se compromete a entregar pruebas de ello.
Dice además, aunque no aclara si se cumplió, que acordó a fines del año pasado con el diputado Rodrigo Rocha, suspendido de su escaño por el Supremo y muy cercano a Temer, el pago al ya entonces mandatario del 5 % de comisión sobre la facturación de una empresa eléctrica del grupo, que precisaba una licencia para operar.