-El presidente de la AEIH dijo que no se entiende cómo, según Cohén, Pro-Competencia se ha ganado el respeto internacional sin haber adoptado una sola decisión y, por el contrario, devuelve los expedientes de los casos que llegan a sus manos.
-Castro indicó que instituciones con responsabilidades complejas como el Pro-Consumidor entraron en operación en un tiempo razonable con resultados tangibles que el país agradece.
SANTO DOMINGO.- El empresario Víctor Castro definió como “penoso” el delirio de persecución demostrado por Pro-Competencia, al atribuir a un supuesto sabotaje las objeciones públicas a su prolongada inhabilitación, mientras consume cuantiosos recursos de los contribuyentes.
El presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH) sugirió a Michel Cohén, presidenta de Pro-Competencia, “dejar de ver fantasmas y a esforzarse conjuntamente con su costoso consejo para poner en operación la institución.”
Sostuvo que de esa manera podrá justificar los más de 180 millones de pesos que esa entidad le cuesta a los dominicanos anualmente entre gastos corrientes y de capital.
“En tres años Pro-Competencia se ha engullido casi 300 millones de pesos sólo en gastos corrientes y no ha podido operar ni tomar una decisión a favor del mercado; ¿le parece poco eso a la señora Cohén?” dijo Castro.
Definió como un absurdo la versión de que existe una campaña para doblegar a una entidad que en la práctica no existe ni puede operar sin la selección de un director ejecutivo, proceso que sospechosamente ha sido dilatado en una institución cuyo consejo cobra lujosos salarios desde 2011.
Apuntó que no se conoce públicamente terna alguna presentada al presidente Danilo Medina –para la selección del director ejecutivo de la entidad- por lo cual resulta ilógico hablar de “presiones” para influir en la escogencia de ese funcionario.
“Es obvio que la señora Cohén busca desviar la atención de una realidad irrefutable: existe un retardo injustificado en la habilitación del Pro-Competencia, un estatus que al parecer le resulta muy confortable a ella y al consejo que integra la entidad”, manifestó.
Castro indicó que instituciones con responsabilidades complejas como el Pro-Consumidor entraron en operación en un tiempo razonable con resultados tangibles que el país agradece.
“De hecho, la inoperancia de Pro-Competencia constituye una presión para Pro-Consumidor, que, según tenemos entendido, recibe quejas y demandas de asuntos que competen a esa primera institución”, expuso Castro.
Emplazó a Cohén a aportar las pruebas en el sentido de que existe una campaña para sabotear a Pro-Competencia o a exponer un solo dato que demuestre que la AEIH tiene una agenda oculta cuando reclama transparencia.
“Lo que en verdad constituye un dato incontrovertible es que Pro-Competencia paga jugosos salarios sin poder satisfacer las demandas de regulación del mercado y que sus miembros hacen licitación para adquirir lujosas yipetas con tres líneas de asientos y con las últimas tecnologías”, expresó.
El presidente de la AEIH dijo que no se entiende cómo, según Cohén, Pro-Competencia se ha ganado el respeto internacional sin haber adoptado una sola decisión y, por el contrario, devuelve los expedientes de los casos que llegan a sus manos.