La Embajada Dominicana en Haití celebró en Puerto Príncipe los ciento
sesenta y nueve años de la Independencia Nacional del 27 de febrero de
1884, y los doscientos años del nacimiento del insigne Padre de la
patria, Juan Pablo Duarte, nacido el 26 de enero de 1813.
El embajador Rubén Silié Valdez saludó a una nutrida y variada representación de la sociedad y del Estado haitiano, encabezada por el Primer Ministro, Laurent Lamothe, la mayoría de los embajadores acreditados en la vecina nación, y una gama de políticos de oposición,
empresarios, académicos y personalidades de la comunidad de dominicanos
residentes allí.
Luego de las iníciales palabras protocolares, el embajador Silié
compartió una reflexión profunda sobre la relación histórica entre
Haití y Dominicana, para presentarle a la audiencia una clara visión
del nacionalismo de Duarte, que a su juicio está muy distante del anti
haitianismo propalado por las oligarquías pro coloniales.
Silié parte del crucial momento de la unificación de la Isla bajo la
bandera haitiana, señalando que en sus inicios, gozó del apoyo de
importantes sectores sociales dominicanos. Sin embargo, reconoce que
“el experimento unificador de los haitianos no se pudo seguir
reproduciendo, primero, porque al momento de iniciarse ya eran dos
realidades culturalmente distintas; segundo, el sentimiento
nacionalista de los dominicanos fue creciente, y tercero, a finales de
la década de los años treinta, se desató un gran crisis económica,
entre otras razones por el pago de la deuda que Francia impuso a los
haitianos a cambio de reconocer su independencia”.
Es decir, añade, que la gesta separatista fue impulsada por la fuerte
vocación nacionalista de los dominicanos y no por un rechazo al pueblo
haitiano, al cual Juan Pablo Duarte siempre consideró como un pueblo
amigo y admirable”. Por eso, precisa la ideología de Duarte explicando
que “cuando habla de los haitianos en sus documentos no transmite
ningún sentimiento negativo hacia ese pueblo con el cual convivió
desde la edad de nueve años”.
El representante oficial de República Dominicana ante el Estado
haitiano fue más categórico aún al afirmar que Duarte “supo
diferenciar muy claramente los sentimientos patrióticos de un pueblo
que durante los veintidós años de la unificación nunca renunció a su
identidad cultural y mantuvo el apego a los rasgos políticos que
históricamente había forjado durante siglos”.
Silié reitera que “la gesta separatista fue impulsada por la fuerte
vocación nacionalista de los dominicanos y no por un rechazo al pueblo
haitiano, al cual Juan Pablo Duarte siempre consideró como un pueblo
amigo y admirable”.
El embajador e intelectual de las ciencias sociales apunta que “por
más de un siglo, la llamada Historia Oficial presentó a Juan Pablo
Duarte como un enemigo del pueblo haitiano”, pero allí mismo advierte
que “los nuevos enfoques históricos nos hacen ver que los ideales del
padre de la patria se forjaron en positivo, reclamando la libertad y
la independencia que como nación nos correspondía, sin desmedro del
pueblo haitiano”.
Nueva etapa relaciones RD con Haití
Es por eso que desde una nueva visión de las relaciones entre Haití y
la República Dominicana, quisiéramos presentar el pensamiento
duartiano en su verdadera esencia, para que el pueblo haitiano
entienda que a diferencia de lo que nos fue inculcado por los
gobiernos dictatoriales, en el pasado, las esencias de nuestras
respectivas nacionalidades no están contrapuestas, precisa el
embajador Silié.
Contextualiza el embajador que “ha sido precisamente desde esa
perspectiva histórica que los gobiernos dominicanos desde finales del
siglo veinte, han venido desarrollando lo que nosotros llamamos la
nueva visión de las relaciones entre Haití y la República Dominicana”.
Abundando en la importancia de las nuevas relaciones bajo el signo
duartiano, Silié precisa que “es innegable lo que hemos avanzado en
los últimos veinte años, al poder profundizar en el conocimiento
mutuo, pues progresivamente hemos ido aprendiendo que los principales
temas del desarrollo, deben ser enfocados binacionalmente y no
unilateralmente, pues la mayoría de los desafíos del desarrollo
incumben a un territorio insular, cuyos recursos naturales tienen que
ser manejados por dos naciones que desgraciadamente no mantienen un
equilibrio, ni en lo social, ni en lo económico, pero que para
garantizar la preservación mutua estamos llamados a encontrar dicho
equilibrio”.
En los últimos años, y principalmente después del catastrófico
terremoto del 2010, el sector gubernamental ha hecho ingentes
esfuerzos para formalizar e institucionalizar la puesta en contacto y
la creación de confianza mutua; con lo cual se ha abierto un diálogo
permanente sobre cada uno de los temas de la agenda binacional.
“Si bien aún queda mucho por hacer para que hablemos de una plena
formalización de las relaciones, no se puede negar que cada día
avanzamos en la construcción de canales intergubernamentales para
afrontar dicha agenda”, afirma.
Entre los canales existentes, se destaca al más alto nivel, la
relación amistosa entre los jefes de estado y de gobierno, quienes
cada vez con más frecuencia, se encuentran para pasar revista
personalmente a los diferentes asuntos; lo mismo ocurre entre los
ministros de estado que mantienen abierta la comunicación y los
intercambios y ni que decir de la consolidación de la Comisión Mixta
Bilateral; instrumento imprescindible para el tratamiento y
ordenamiento de las prioridades.
Finalmente, el embajador dominicano quiso transmitir el mensaje del Presidente Danilo Medina, de que la República Dominicana no cesará de seguir impulsando estas nuevas relaciones con Haití sobre la base de la amistad, la solidaridad y el respeto mutuo.
Fiesta con ritmos dominicanos
Una vez culminada la actividad protocolar de celebración de la Independencia Dominicana y del Bicentenario de Juan Pablo Duarte la embajada invitó a una gran fiesta dominicana, realizada en los jardines del hotel Karibe, al cual asistieron masivamente, miembros de la comunidad dominicana en Haití y buena parte de los altos funcionarios del Gobierno Haitiano, miembros del Cuerpo Diplomático, y personalidades del mundo intelectual y político de Haití, que se encontraban en la primera parte del acto. La fiesta contó con la participación del Ballet Folklórico del Ministerio de Turismo, y tuvo como colofón la actuación artística de Roldan Mármol, quien participó en el evento, auspiciado por el ministerio de Cultura de la República Dominicana.
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