El embajador de la República Bolivariana de Venezuela llamó al Gobierno y al pueblo dominicanos a manifestar su solidaridad con ese país, ante lo que definió amenaza de agresión militar del presidente Barack Obama y el Gobierno de los Estados Unidos, por alegadas violaciones a los derechos humanos.
Alberto Castelar Padilla alertó a la vez a los pueblos latinoamericanos y caribeños ante lo que calificó de declaraciones y disposición presidencial amenazantes de Obama, al declarar a Venezuela como una “Extremada amenaza a la seguridad nacional de ese país.
El diplomático también exhortó a los países que integran la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que forman parte de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América(ALBA), a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), del Mercado Común de Suramérica (Mercosur) y a otros bloques de países de la región y pueblos latinoamericanos a solidarizarse con Venezuela y por la preservación de la revolución bolivariana que legó e impulso el fenecido presidente Hugo Chávez, que dijo está amenazada por los Estados Unidos.
Entrevistado vía telefónica por los comentaristas de “El Gobierno de la Noche” de la Z101, el diplomático rechazó que su país sea una seria amenaza para seguridad de los Estados Unidos y afirmó que lejos de eso, Venezuela ha sido una nación solidaria con el pueblo de esa nación norteamericana al garantizarle el suministro de petróleo y asistencia en el renglón de la salud.
Advirtió que el Gobierno de Venezuela junto a los ciudadanos de ese país, el pueblo y las Fuerzas Armadas Bolivarianas, están prestos a enfrentar cualquier agresión militar que emprenda Estados Unidos contra esa nación, al mismo tiempo que responderá al marine estadounidense que pise suelo venezolano.
Recordó que las veces que el Gobierno de los Estados Unidos han declarado un país como amenaza a su seguridad nacional, lo hacen previo a una declaración de emergencia nacional para una intervención militar, como lo hizo el presidente George Bush cuando dispuso invadir y bombardear a Irak, donde generó más de un millón de muertos, y que como consecuencia all´no hay Estado y hay un foco de acciones terroristas.
“Su representación debe ser proporcional a la de nosotros en Washington, eso está enmarcado dentro de la Convención de Viena”, precisó el diplomático.
También hizo referencia a que luego de esas declaraciones de emergencia de los Estados Unidos ese país emprendió sus intervenciones militares en República Dominicana en 1965 con el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA), pero que destacó fue resistida por el heroico pueblo dominicano.
Además, citó las intervenciones de los Estados Unidos en Panamá en 1989, la de Haití en varias ocasiones y como lo hizo durante años en Nicaragua.
Al descartar que en Venezuela se viole los derechos humanos, como alegan Obama y los Estados Unidos, afirmó que mayores violaciones se cometen en esa nación norteamericana, donde ocurren asesinatos de ciudadanos negros por policías blancos que no son sometidos a la justicia, mantiene la ocupación de Guantámano, en Cuba, donde concentra cientos de presos sin juicio ni defensa, bajo maltratos, y tiene un centro de concentración de niños en la frontera con México, para deportarlos hacia esa nación.
Reacción ante reacción
El embajador Castelar Padilla atribuyó la decisión de Obama a las respuesta que ha dado el presidente Nicolás Maduro y el Gobierno de Venezuela a las medidas de reducir la representación diplomática en cantidad proporcional a la que ellos han decidido, y porque se exigirá visa al ciudadano estadounidense para entrar a Venezuela, como lo exige ese país a los ciudadanos venezolanos.
“Su representación debe ser proporcional a la de nosotros en Washington. Eso está enmarcado dentro de la convención de Viena”, precisó el diplomático venezolano.
Añadio que así como Estados Unidos ha adoptado sanciones contra funcionarios Venezolanos, el Gobierno de su país ha respondido de igual manera y ha dispuesto impedimento de entrada a Venezuela del expresidente George W. Bush, del senador Bob Menéndez, del vicepresidente Dick Cheyni y otros altos cargos estadounidenses.