Terceras elecciones legislativas en tres años y medio, irrupción de la extrema derecha, una crisis catalana persistente… Estas son las cinco cosas que hay que saber de España antes de las elecciones anticipadas de este domingo.
Riesgo de inestabilidad política crónica
Es la tercera vez en tres años y medio que los españoles van a las urnas, y el riesgo de un bloqueo político sigue siendo alto.
Si bien las encuestas dan por sentada la victoria del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, su Partido Socialista (PSOE) no dispondrá de mayoría para gobernar en solitario.
Para seguir al mando tendría que aliarse con la izquierda radical de Podemos, a la que los sondeos prevén un mal resultado, y partidos regionales, como los independentistas catalanes o los nacionalistas vascos.
Otra opción sería una alianza con Ciudadanos, un partido de centro-derecha liberal que oficialmente dice querer “echar a Sánchez” y gobernar con los conservadores del Partido Popular (PP). El líder socialista no lo ha descartado tajantemente.
El PP, por su lado, aspira a un escenario completamente distinto: sumar con Ciudadanos y la extrema derecha de Vox. Su líder, Pablo Casado, dio a entender que podría dar cabida a ambos en un hipotético gabinete.
“Vox o Ciudadanos, tengan diez escaños o tengan 40, van a tener la influencia que ellos quieran tener para entrar en el Gobierno o para decidir la investidura o la legislatura”, aseguró.
La inestabilidad comenzó en las elecciones de diciembre de 2015, que marcaron el fin del bipartidismo con la irrupción de Podemos y Ciudadanos y condujeron a un bloqueo político.
En junio de 2016 se celebraron nuevas elecciones y el conservador Mariano Rajoy pudo finalmente ser investido en octubre.
Un presidente de gobierno no electo
Tras perder las elecciones de 2016, cuando los socialistas obtuvieron apenas 84 escaños de 350, Pedro Sánchez llegó al poder en junio pasado mediante una moción de censura apoyada por Podemos, los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos contra Mariano Rajoy. El motivo de la moción fue una sonada sentencia judicial contra el PP por corrupción.